La Vida en lo Espiritual y en lo Físico

Incluso la vida, despojada de qualidades nobles, no encuentra ningún reconocimiento con respecto a algún sentido de cultura. El más crudo egoísmo es la motivación más fuerte de todos los pensamientos, acciones y obras humanas; y esta raza es demasiado cobarde como para volverse consciente de este hecho y de confesárselo a sí misma, ni siquiera en secreto. Debido a que al hombre le falta el valor de enfrentarse con la verdad y debido a que continúa viviendo en una hipocresía depravada y enajenante, ya no hay más comprensión entre la gente. Cada ser humano vive aislado en sí mismo y sólo para sí mismo, defraudándose y condenándose a sí mismo y dejándole al prójimo tan sólo la respiración.

Se han hecho muchos intentos por traerle al hombre la verdad y la sabiduría y de ofrecerle así una vida del conocimiento acerca de la Creación, de enseñarle el camino hacia la Creación y hacia sus leyes y mandamientos. Sin embargo, todos los intentos fueron en vano, y sin excepción, todas las embarcaciones de la verdad quedaron varadas y se hundieron en las profundidades abismales de la incomprensión de los seres de la Tierra.

Los seres humanos que han buscado la verdad nunca han tomado el mal por la raíz, así que nunca pudieron encontrar conocimientos. Y no tomaron el mal por la raíz porque eran portadores de un sentido de vida falso y superficial, y sus deberes reales se perdieron porque reemplazaron las fuentes efervescentes de la EXISTENCIA infinita por dogmas religiosos irreales y dejaron que terminaran en la locura.

Lo que es perenne, es eterno, y en la eternidad perenne yacen la verdad y la sabiduría de la fuerza y de lo todopoderoso de la Creación. Cuanto más se acerque el ser humano a esta verdad y labore hacia ella, más fácil le será cumplir las leyes y mandamientos en el orden creacional. Ahí donde el hombre reconoce la verdad de la Creación y cumple sus leyes y mandamientos, ahí el orden de la duración infinita ilumina radiantemente su vida. La calma, la paz y el amor serán los compañeros de la vida a través de tiempo y espacio, y reflejarán la perfección de la armonía creacional.