VOSOTROS MISMOS CARGAIS CON LA RESPONSABILIDAD...
(Extracto del libro “Kelch der Wahrheit” (en español: “Cáliz de la Verdad”)
Por “Billy” Eduard Albert Meier
- Verdaderamente, vosotros siempre tenéis la libre decisión y la libre determinación final sobre el inicio de toda cosa, así como también tenéis la libre voluntad sobre a dónde y en qué dirección queréis orientar todo mediante vuestros pensamientos, vuestros sentimientos, hechos, actos y vuestras obras; sin embargo, no pensáis en ello o sólo lo hacéis vagamente, por lo que no podéis captar ni comprender los resultados, es decir, el destino de las causas que vosotros mismos creáis; y debido a vuestra falta de comprensión al respecto, suponéis que el destino que os ha llegado es merecido o inmerecido y que, además, os ha sido infligido por vuestros prójimos o por un poder superior, pues no queréis comprender que vosotros mismos sois los autores de vuestro propio destino, el cual vosotros provocáis expresamente y el cual no tiene nada que ver con el destino generado externamente, que resulta de coincidencias sobre las que no tenéis ningún poder.
- El destino que vosotros mismos os determináis a través de vuestros pensamientos y sentimientos, a través de vuestro obrar y a través de vuestros hechos y actos, se fundamenta en consecuencias y efectos que vosotros expresamente creáis por medio de determinadas causas y que entonces vosotros debéis cargar como destino, de hecho, tanto en lo bueno como en lo malo.
- Pero sin embargo hay muchos entre vosotros, seres humanos de la Tierra, que en vuestra tonta falta de comprensión e insensatez afirmáis que la persona no tiene voluntad propia, cuando ella esta sujeta a su destino de todas maneras; sin embargo, no se reflexiona de ninguna manera que precisamente es la voluntad propia del ser humano a través de la cual cada persona individual determina su propio destino; a saber, a través de la Ley de la Interacción.
- Cada efecto que recae como destino sobre vosotros, seres humanos de la Tierra, se debe en principio, a la causa de vuestros pensamientos y sentimientos, como también a vuestro actuar y a vuestros actos y acciones que vosotros previamente concebís por decisión propia y en decisión propia formáis; sin embargo, la necia afirmación de que no tuviereis libertad de decisión, tiene como metas la ofuscación y la excusa propia, e igualmente se basa en el disgusto y el refunfuño de que tenéis que integraros en la Ley de la Interacción, y por lo tanto también tenéis que responsabilizaros por vuestro propio destino, así lo queráis o no; sin embargo, incluso en eso mismo también tenéis la libre decisión, en consecuencia podéis establecer vosotros mismos la naturaleza de vuestros pensamientos y sentimientos, vuestros actos y vuestras obras, así como también las resultantes consecuencias y efectos, y ciertamente tanto en lo bueno como en lo malo.
- Por lo tanto, a cada destino y a cada interacción le precede vuestra decisión libre e intencionada, de modo que con cada decisión inicial y deseo, vosotros creáis o provocáis cada vez algo que se os manifiesta como interacción y destino. Como consecuencia, tenéis que vivir, tarde o temprano, en aquello que hoy creáis y determináis con vuestros pensamientos y sentimientos, a través de vuestro actuar y a través de vuestras acciones y actos, y vosotros tenéis que cargar inevitablemente con las consecuencias cuando ellas, el destino, os alcance.
- Sin embargo, en qué momento os afectarán las consecuencias, es decir el destino, que son procedentes de vuestros pensamientos, sentimientos, decisiones, acciones, actos y procedentes de vuestro actuar, esto es completamente distinto, pues puede ser enseguida, o bien, dentro de unas horas, en días, semanas, o bien, meses o tal vez incluso en años o décadas, pero en todo caso será en esta vida vuestra actual, ya que no se puede transferir nada al mundo de la materia fina del más allá o a una nueva vida en la Tierra así como se enseña erróneamente mediante variadas enseñanzas falsas religiosas, ideológicas y filosóficas, como por ejemplo por medio de la enseñanza del Karma, que es ajena a la verdad y errónea.
- Siendo que los pensamientos, los sentimientos, las acciones, los actos y las actividades están sujetos a cambios, obviamente así también pueden realizarse cambios en los efectos, es decir, en el destino, y en las interacciones; si se cambian hacia lo positivo las cosas malas y negativas, los factores de los pensamientos y sentimientos, así como las actividades, los actos y acciones negativos, y así se conllevan y viven posteriormente, entonces se forman de estas nuevas causas también nuevos efectos, es decir, un nuevo destino y nuevas interacciones, tal como está dado en forma justa por las leyes y mandamientos de la Creación; a través de un cambio hacia lo bueno, lo mejor, lo óptimo y lo positivo se cambia también por consiguiente y de la misma manera la interacción, por lo que lo nuevo borra y disuelve lo antiguo, tal como lo determina la ley creacional de la justicia, para que sólo suceda lo que corresponda a la realidad actual.