VOSOTROS MISMOS CARGAIS CON LA RESPONSABILIDAD...
- Verdaderamente, sólo el tipo de vuestros deseos conscientes o inconscientes, los cuales vosotros mismos decidís, es lo determinante para la interacción y también para vuestro destino, ya que las innumerables vibraciones semi-materiales o de sustancia fina con las que estáis unidos dejan que fluya de regreso hacia vosotros todo lo que vosotros enviáis mediante vuestros pensamientos y sentimientos, y sin importar completamente lo que vosotros deseéis y lo que produzcáis, como causas, por medio de vuestros deseos.
- Las interacciones que creáis a través de vuestras causas intencionadas repercuten también en vuestro carácter exterior, es decir, en vuestra individualidad exterior, la cual igualmente vosotros mismos causalmente creáis y que además está lejos de la individualidad creacional que tiene su asiento en el núcleo de vuestro ser; y de la forma con la que vosotros construís con vuestros pensamientos y sentimientos y vuestra actitud, etc., vuestra individualidad, y de ello también, vuestro carácter, así también actúan sobre ello las interacciones de vuestros pensamientos y sentimientos, y como consecuencia, influencian el carácter y lo acentúan constantemente aún más y más.
- Por medio de vuestra peculiaridad, que vosotros mismos habéis adoptado de concentraros solamente en lo material, vosotros, seres humanos de la Tierra, os habéis hecho efectivamente dueños de vuestro mundo de sustancia gruesa, por lo que éste, debido a vuestro obrar, hacer y deshacer, se ha vuelto dependiente de vosotros; sin embargo, esa dependencia de vuestro mundo la usáis para atormentarlo en toda forma imaginable, mediante la química, la explotación irresponsable de los recursos naturales debido a la superpoblación y los inmensos problemas que surgen de ella, los cuales nunca más podrán resolverse, como la destrucción del clima, la migración de los pueblos, la escasez de agua y alimentos, el odio, la guerra, la tortura y la destrucción del medio ambiente y la naturaleza, el exterminio de muchas clases de animales, aves y peces, etc.; vuestro mundo, pase lo que pase, se ha vuelto dependiente de vosotros y forzosamente sufre a su manera bajo vuestro terror y debido a las destrucciones que ocasionáis sobre y contra él.
- Sólo vosotros sois los que podéis levantar nuevamente vuestra Tierra, si termináis con todo vuestro terror y con vuestras destrucciones, si contenéis vuestra superpoblación, de la que resultan todos los males y problemas; pero reflexionad que será muy largo vuestro camino para volver a poner a vuestro planeta en un estado que sea una verdadera fuente de vida para vosotros.
- En lugar de haber honorado y cuidado vuestro hogar terrestre, le habéis traído perjuicios, y no en última instancia porque habéis impedido en vosotros mismos todo aquello que es necesario para que puedan fluir las interacciones entre vuestro mundo de sustancia gruesa y el de sustancia fina; así, de la misma manera como el corazón y vuestras arterias bombean ininterrumpidamente la sangre enriquecida con oxígeno para que el cuerpo permanezca fresco y sano, así es también con la interacción entre vuestro mundo de sustancia gruesa y el de sustancia fina, pero si se impide el flujo, entonces se desarrollan enfermedades y confusión que finalmente terminan en catástrofe.
- Y vosotros, seres humanos de la Tierra, en este aspecto realmente habéis fracasado de manera grave, pues habéis utilizado vuestro intelecto y vuestro razonamiento no únicamente como herramienta necesaria, sino que os habéis sometido a vuestro intelecto y a vuestro razonamiento solamente en el sentido material y los habéis establecido a ambos como soberanos sobre vosotros mismos; sin embargo, de esa manera habéis desatendido y olvidado todo lo que está relacionado con el mundo de sustancia fina, lo cual trae como consecuencia que sólo podáis captar lo de sustancia gruesa, pero no lo de sustancia fina, por lo que sois completamente dependientes de lo material y de la sustancia gruesa. Por lo tanto os habéis convertido en esclavos de vuestra propia herramienta, en esclavos de vuestro razonamiento y de vuestro intelecto, y de ese modo os habéis convertido en personas de puro intelecto y conocimiento que orgullosamente os denomináis materialistas, aunque sólo con la desventaja de que vuestro intelecto y vuestro razonamiento presentan enormes insuficiencias con respecto a la lógica y por tanto no indican ningún gran valor. Sois muchísimos entre vosotros quienes, a pesar de tener altos títulos, todavía estáis en los comienzos del desarrollo de vuestro intelecto y de vuestro razonamiento y apenas estáis subiendo el primer peldaño real de la educación de la vida.