Boletín Especial 2

Dirigido a los Gobernantes Poderosos y a la Humanidad de la Tierra

Especialmente a George W. Bush/USA, Ariel Sharon/Israel, Saddam Hussain/Irak, Yassir Arafat/Palestina y Osama bin Laden y sus partidarios y defensores, pero también a todos los demás falibles irresponsables poderosos de estado y terroristas, así como sus partidarios y los que gritan hurra con ellos, y que promueven o apoyan la guerra y el terror o los ejercen de alguna manera.

Desde hace alrededor de 10.000 años, en la Tierra ha habido apenas 250 años de paz, mientras que todos los demás tiempos han entrado infamemente en los anales de la historia a causa de guerras sangrientas, revoluciones y actos de terror. Durante esos tiempos, cada año se registraron a nivel mundial docenas de acciones bélicas que en su totalidad han costado cientos de millones de vidas humanas y que han producido indescriptibles sufrimientos para la humanidad terrestre así como tremenda destrucción en todo el mundo. E incluso, en el siglo 20 bramaron dos guerras mundiales, desde 1914 a 1918 y de 1939 a 1945. El punto culminante de la demencia de la segunda guerra mundial lo produjeron los Estados Unidos, con el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima/Japón, el 6 de agosto de 1945, con lo que se mató a un cuarto de millón de seres humanos, produciendo también muchos daños posteriores en las víctimas sobrevivientes. Tres días más tarde, el 9 de agosto de 1945, de igual manera, los Estados Unidos destruyeron completamente Nagasaki/Japón mediante otro lanzamiento de una bomba atómica, y según datos oficiales, perecieron alrededor de 70000 seres humanos. También en Alemania los Estados Unidos actuaron igualmente de forma criminal y despreciadora de vidas cuando redujeron a escombros a la ciudad hospital de Dresde mediante enormes bombardeos. Esto sucedió durante la “Operación Trueno”, el 13 y 14 de febrero de 1945. En 1939, Dresde contaba con 630000 habitantes, y durante los tres inhumanos e irresponsables ataques de Estados Unidos y Gran Bretaña hubo incontables víctimas. En aquellos días había en Dresde además, alrededor de 500000 refugiados silesianos, así como muchos obreros forzados y soldados. Según datos oficiales, primero se dijo que en estos ataques habían perdido la vida 25000 seres humanos, lo que sin embargo no correspondía a la verdad, por lo que más tarde la cifra de los asesinados fue corregida a 250000, y más tarde nuevamente fue reducida a solamente 35000. Esto, como es usual, para minimizarlo todo, como también había sido el caso con Hiroshima y Nagasaki, pues en realidad habían habido muchos más muertos.