Boletín Especial 2

Si después de la entrada del nuevo milenio aún no hay un mejoramiento, entonces se hará inevitable, según las profecías de Henoch, la Tercera Guerra mundial en el año 2006, en el cual dos tercios de la humanidad terrestre perderán su vida. Y esto porque se utilizarán terribles armas letales, tanto de base biológica y química como atómica y de radiación. De ese modo caerá una catástrofe sobre la Tierra y su humanidad, como nunca antes cosa igual haya sucedido ni jamás sucederá nuevamente. Sin embargo, aún puede vencer la sensatez de los humanos de la Tierra si destituyen de sus cargos y la dejan de gobernar todos los irresponsables poderosos de estado y sus seguidores y colaboradores y los sustituyen con personas con sentido de responsabilidad, quienes solo emplean sus posiciones como dirigentes para el bien de la humanidad, y con ello, también para la verdadera paz y la real libertad. Los elementos irresponsables y criminales, con su soberbia y prepotencia propias de ellos, así como sus seguidores que gritan por la guerra y el terror, deben ser sustituidos sin demora por el pueblo, especialmente en la era que viene, cuando los que ya nombré anteriormente, aquellos irresponsables que desprecian toda vida humana, la violenta Norteamérica, Israel, Palestina e Irak, se entreguen a la mortal y destructora locura. Naturalmente se podrían nombrar también muchos otros poderosos de estado que irresponsablemente abusan de su poder, sin embargo los verdaderos cabecillas de todos los maleficios son los poderosos y sus seguidores en los países de Estados Unidos, Israel, Palestina e Irak.

Billy: Veo malas perspectivas para el futuro, sin embargo, en el tiempo apropiado realizaré mi trabajo y para Enero del 2003 empezaré con ello. Seguro que unas pocas personas sensatas se dejaran enseñar, sin embargo la gran masa de personas insensibles y los irresponsables poderosos del mundo no estarán entre ellos. Pienso que todas las advertencias y aclaraciones serán inútiles, pues quién escucha a una sola persona. Así pues, seré como hasta ahora, un solitario predicador en el desierto, al que solo unos pocos perciben conscientemente y siguen su consejo. A pesar de ello es necesario de que se alce la palabra y que se grite en el mundo todo aquello que se debe vociferar. Ciertamente los superlistos, como siempre, exclaman neciamente que semejantes exposiciones y explicaciones solo se dan y se hacen cuando amenaza una calamidad, de lo contrario no se habla de ello. Una aserción necia que, empero, no tiene ni pies ni cabeza, pues verdaderamente siempre y desde siempre, continuamente, se ha hablado de ello y ciertamente desde tiempos antiguos.