Boletín Especial 6

Múltiples preguntas desde todo el mundo se refieren a que si yo podría producir nuevamente un boletín especial con respecto a la guerra de Irak o bien la segunda guerra del golfo y las relacionadas maquinaciones de los EE.UU. Gustosamente accedo a ese deseo, en el que sin embargo, quiero limitarme a otorgar la palabra sobre ello a algunos lectores o lectoras de los Boletines y por mi lado, aparte de algunas palabras especiales, solo reproduciré una conversación entre Quetzal y yo, del 2 de Abril del 2003.

No quiero olvidar de dar mis más cariñosas gracias a todas las lectoras y lectores por su interés en mi Boletín Especial, por su apoyo y todos sus estímulos para la continuación de mis trabajos en todos los aspectos. Todas las cartas, llamadas telefónicas, correos electrónicos y faxes en este sentido son para mí una prueba de que no hago mi trabajo por nada, y de que da buenos frutos y que por supuesto existen alrededor del mundo personas de pensamientos concordantes, que van por el camino de la vida correctamente o por lo menos lo intentan. Esto es particularmente raro en nuestros tiempos y por ello es especialmente valioso y motivo de una gran alegría. Desgraciadamente sucede que los honrados y conscientes de su responsabilidad apenas pueden lograr y alcanzar algo en el mundo de los irresponsables y de los ambiciosos poderosos estadistas y sus miserables y mugrientos cohortes, los que sin vacilar, les siguen servilmente. Es así pues necesario que el individuo se esfuerce, que se deje gobernar por su razón y su humanidad, así como por su responsabilidad y hacer lo mejor posible para encontrar personas afines, enseñando e informando. Estos a la vez deben trabajar de la misma manera y de igual forma encontrar personas afines - como una bola de nieve - los que en su totalidad poco a poco se agrupan y forman un poder que es suficientemente fuerte para destronar a los falibles, a los autoritarios, los sedientos de venganza, belicistas y a los poderosos estadistas y sus seguidores que siembran miles de muertes. Pues solo cuando los seres humanos de la tierra finalmente reflexionen sobre la justicia, dejando gobernar a su conocimiento y su entendimiento, así como su humanidad y amor, y de esa forma unida y poderosa se agrupen, puede instalarse sobre la tierra la verdadera paz, la libertad y la armonía.