Boletín Especial 7

Es difícil aceptar que George W. Bush y Blair creen en las tontas habladurías de locuras religiosas que ellos cotorrean. Todo es igualmente sólo un artificio sectario para mimar a la gente tonta y creyente y traerlas a su lado, así como era el caso con el absolutamente incrédulo y asesino Saddam Hussain, como él mismo me confesó a mí, Billy, en los años sesenta. Acerca del tonto Bush: El tipo ya hizo un discurso rastrero ante la nación que era tan mentiroso que las cumbreras de los tejados crujían, pues mintió diciendo que él, George Walker Bush, debía destruir, por encargo de dios, “lo malo” en Irak y como guardián de la tierra, debía mejorar el mundo. Él también clamó a fuerte voz: “La libertad que amamos no es un regalo de América al mundo, sino un regalo de dios a la humanidad.” Pero sólo con eso, que este miserable sujeto se refiriera a las Américas y no a los Estados Unidos de América demuestra qué clase de tipo es, pues América no es los EE.UU., sino todo el continente de norte, Centro y Sur América, de la cual los EE.UU. son sólo una parte. Aparentemente, Bush y cohortes, como también muchos norteamericanos deshonestos, ya consideran a todo el continente como uno de sus estados, lo cual muy bien corresponde a la forma de ser de los norteamericanos con respecto a sus planes de dominio mundial.