Boletín Especial 7

Cartas de Lectores Referentes al Boletín Nr. 43 y Sobre el Tema de Dudas y Críticas a la FIGU

En primer lugar, deseo presentarme a los lectores del Boletín de la FIGU: Mi nombre es Horst D. Sennholz y vivo en Alemania.

Desde hace un par de meses ando en el FIGU.ORG por medio del Internet y desde entonces me ocupo con los mensajes y las enseñanzas de la FIGU.ORG y Billy Meier. A pesar de todos los críticos debo decir lamentablemente, que Billy Meier, conjuntamente con FIGU.ORG, debe considerarse como absolutamente íntegro y fidedigno. ¿Cómo llego a esa conclusión?

Con exactitud puedo afirmar que llevo buscando la verdad por más de 30 años. Si es que la he hallado, dejémoslo como capítulo aparte esta vez. El hecho es sin embargo, que esta senda la he recorrido a través de los muchos caminos y extravíos de la selva espiritual, con todos sus altibajos y con agresiones personales. Convicciones “firmes como roca” las he tenido que derribar repetidamente y las he debido corregir tan pronto la razón me ha proporcionado conocimientos más elevados.

Gracias a la evolución hoy puedo decir con absoluta seguridad que las afirmaciones de Billy Meier, sus mensajes y sus fundamentales e insuperables conocimientos no pueden ser sobrepasados por nadie ni por nada. ¡No existe nada donde él no tenga una respuesta! Vosotros los críticos y escépticos deberían todavía saber algo: Incluso las “Preguntas del Lector” a Billy sirven para vuestro progreso de la conciencia. Entre otras cosas, forman parte de vuestro desarrollo personal. Intenten reconocer, si no hubieran podido ser vuestras preguntas las que allí se formularon o se están formulando. Ustedes han llegado a él como buscadores, en forma de conciencia colectiva o como individuos, porque “saben” – mejor dicho, presienten subconscientemente, que solo él les puede contestar y ayudar. Sin embargo se mofan completamente, o en parte, de él. Vosotros, críticos siniestros, escépticos y asesinos verbales, no tienen en absoluto ni idea de sobre qué terreno se hallan, cuando vosotros ignorantes sabihondos caen sobre las espaldas de alguien con agresiones críticas. Ustedes mismos son demasiado ignorantes que ni siquiera reconocen que vuestro proceso de evolución personal desemboca con Billy Meier. Dejen vuestra oposición y escuchen simplemente por una vez y repiensen lo que esta escrito o dicho. No busquen el pelo en la sopa, que para ustedes es la prueba que él es un charlatán u otra cosa.

¡Usen su cerebro! Tomen una postura expectante y observen los procesos que se desarrollan en vuestro interior. Con todo, no se olviden nunca que son sujetos escindidos, que están dominados por un ego positivo y otro negativo. En vosotros, esta polaridad origina conflictos interiores que ustedes proyectan hacia fuera, con lo que tratan de identificar un chivo expiatorio para vuestra impotencia interior y debilidad. Vuestro subconsciente es el que conduce vuestro pensar y obrar consciente. Y en tanto no investiguen ni profundicen el esquema de vuestro subconsciente, llegarán siempre nuevamente a la misma situación, de forma que parece como si alguien, de cierta manera, entra en vuestras vidas y les quiere comunicar algo de lo cual no tienen ni remota idea de que algo así pueda existir.

¿Por qué se comportan tan egoístamente? Eso tiene varios motivos. El motivo principal es el de la “ego manía”. Los seres humanos, desde hace millares de años se han degenerado en seres agobiados por el ego. Las causas no las deseamos profundizar aquí. Sobre este tema hay muy buenas lecturas que cada cual puede leer. El sistema del pensar egoísta tiene un problema fundamental: Aquel de la jerarquía. El hombre ignorante cree, con su orientación mundana y los relacionados e ilusorios pensamientos, palabras y acciones – mientras esté condicionado a la confusión de estas cosas – que encima de él no hay nada. Este es un sistema de creencia muy curioso, sobre todo porque su conducta verdadera está diametralmente opuesta a esa forma pretextada de pensar. Pues, ¿qué hace él en realidad? Él adora a políticos, ídolos (estrellas de fútbol, estrellas de pop, de cine, etc.) y a dioses por tanto tiempo que éstos son capaces de hacerles creer que son dignos de respeto, adoración y veneración. ¿Pero qué pasa cada vez que alguien llega y les dice que todos ustedes están equivocados y que deben verificar el patrón de vuestra convicción? Histeria y miedo, con la secuela de pensamientos agresivos que los dejan totalmente desconcertados y desencajados. Llama la atención - según la historia, y por lo tanto fácilmente reconocible para cada uno - que siempre que se presenta una situación como esta, el individuo ignorante se colapsa mental y emocionalmente. ¿Qué es lo que en su ceñida arrogancia no admitirá jamás? ¡Que realmente no sabe nada! Por ello debería someterse a una jerarquía del conocimiento; y exactamente esto es lo que no quiere, ya que no puede ser lo que no debe ser.

Y pronto se dispara la maquinaria agresiva: las calumnias, las mentiras, persecuciones, difamaciones, disturbios del populacho, malos rumores, crímenes y asesinatos.

No se olviden nunca que hace 2,000 años clavaron a la cruz a un conocedor de la verdad que pensaba diferentemente, porque con la fuerza de su conocimiento destacó de la masa. La iglesia, con sus mecanismos de inquisición, ha detenido, humillado, torturado, condenado y matado como si fueran brujas y a brujos a los sabios y a los que pensaban distintamente - porque tenían conocimiento. A mí nadie me puede decir que la inquisición ha sido abolida. Hoy en día se desenvuelve en un nivel muy sutil. Hay cardenales expertos en oratoria que con suave y arrulladora voz simulan ante el pueblo conocimientos "divinos", de lo cual la iglesia deduce un derecho exclusivo de representación y condena a todas las demás orientaciones de creencia. Pero las otras creencias practican el mismo disparate. Aun hay también los llamados encargados de sectas, en estamentos oficiales, que deben juzgar cuando una secta se puede calificar de “peligrosa” o “no peligrosa”. Paradójicamente estos comisionados para sectas provienen de las mismas filas de las comunidades religiosas establecidas. Lo cómico en todo el asunto es que estos ignorantes, a modo de "sub-sumario", deben y quieren determinar qué pertenece a la verdad y qué no. Aquí a burros los han puesto de campesinos. Y también hay los autonombrados conocedores, quienes le ponen la zancadilla a un verdadero conocedor sólo para demostrar que el conocedor es una persona errada que debe evitarse. Este es el efecto deseado ante el público que esta detrás de todo ello. El efecto personal es, digamos, el no deber someterse a una “jerarquía de conocimiento”, lo que para la mayoría conlleva el amargo sabor de la autorevisión. Con frecuencia yace también detrás de todo ello una sensación de insuficiencia que debe mantenerse en secreto para dejar justificada la vanidad personal. Para el individuo ignorante es primordial evitar esto. ¿Es esto la evolución personal? ¡Muy difícilmente! Todo lo que estos individuos dominan realmente a la perfección es impedir su propia evolución, con lo que garantizan su estancamiento. Y en ello yace verdaderamente también su "poder real", que se deriva de un sistema de pensar del ego que está mal encaminado y, por lo tanto, malogrado en su desarrollo.

Así son “reyes del desconocimiento”.

Otro problema de algunos lectores parece ser el lenguaje de Billy. Esta postura corresponde al espíritu del tiempo actual. Estos lectores, oyentes o especuladores no prestan atención al contenido sino al envoltorio. Se regocijan con un regalo de navidad envuelto en papel dorado y con lacito rojo, ya desde el momento en que se lo entregan. El envoltorio tiene un valor mayor que el contenido. ¿Qué desean queridos lectores: el envoltorio o el contenido? Realmente se tragan las afirmaciones confeccionadas y aduladoras de los políticos, estrellas, medios de comunicación y de propaganda y aceptan incondicionalmente esta locura. Quéjense allí, pues estos métodos mantienen a todos en la limitación y en la esclavitud mental. Sólo que aún no lo han reconocido todavía. Cantidad no es calidad, se dice justamente. En tanto esperen ser instruidos por alguien que lo haga según vuestras reglas, se instruyen ustedes mismos según métodos "de antigua validez" y con ello limitan vuestro proceso de evolución. "Hasta aquí y no mas allá", así reza vuestro lema; mejor aún: "Busca pero no encuentres nada". La forma de pensar “impregnada del ego” siempre quiere determinar por sí misma el grado de vuestro desarrollo. Solo que cero grados no es desarrollo, sin embargo esa es la meta de un sistema egoísta de pensar. Un maestro y portador de la verdad, como Billy, es como un faro. Sus rayos actúan de mejor forma en aquellos que se mantienen en su directa proximidad de aceptación mental. Examinen por una vez las manifestaciones de Hans-Georg Lanzendorfer, que demuestran que esta persona tan próxima a él, se ha desarrollado en gran medida. Por supuesto él trajo los requisitos a esta vida, pero éstos también las tienen ustedes, de lo contrario no hubieran aterrizado aquí. Y si supieran lo difícil que es en el recinto europeo y de habla alemana tropezarse con un tal corifeo, recapacitarían y adoptarían otra postura frente a él. Yo sé de lo que hablo. Los verdaderos maestros son muy, muy escasos; ¡son la excepción! Allí de donde vienen los portadores de la verdad les extienden la “alfombra roja”; aquí les quitan el suelo debajo de sus pies.

Billy Eduard Albert Meier sabe esto mejor que todos nosotros juntos, esto lo sé con seguridad.

Mi recomendación a todos los críticos y perseguidores es la siguiente:

Esta forma de actuar es el principio para salir de la oscuridad hacia la luz, de la ignorancia hacia el conocimiento.

Horst D. Sennholz, Deutschland

Estimado Sr. Eduard Meier y ayudantes:

Con todo respeto mandamos un atento saludo y grandes felicitaciones por su muy fino y más completo sitio de internet y trabajo. Estos son grandiosos y sabios, la muy grandiosa y hermosa civilización cósmica y fina gente, los pleyadianos, en lo especial Ptah, el alto comandante, y sus parientes, Semjase, Asket, Nera, Pleya, Florena, y toda la gente, ellos son fantásticos. ¡Gracias por leer mi mensaje! ¡Buena suerte! ¡Muchas gracias de antemano!

PS: ¿Podrían mandar muchos abrazos a todos?

Cordialmente,

Martín Trujillo Mariel y familia.
Boca del Río, Veracruz, México

Pensamientos y Sentimientos sobre el Tema de las Traducciones.

La recién acontecida fundación de la “FIGU Society” - USA (FSUSA) como una rama de la FIGU en USA, es de gran importancia para el progreso de la misión y es también un motivo para repasar el papel que juegan las traducciones.

Es fundamental que les sea facilitado el acceso directo a aquellas personas que están interesadas en los textos de FIGU con el fin de leerlos y estudiarlos y luego - según el propio entendimiento - o rechazarlos o apoyarlos, para luego, en dado caso, aprender sobre la verdad, la vida, y las leyes creacionales.

Las condiciones necesarias para la apertura de este acceso, para las personas de habla inglesa fueron ya creadas por personas que habían reconocido la necesidad de las traducciones, en este caso al Inglés, elaborando ellos mismos traducciones o dejándolas elaborar y así trabajaron y crearon una sólida base para lo que hoy es FSUSA.

En esta ocasión es también importante recordar que los elementos de comprobación ufológicos: fotos, películas, grabaciones de sonido y otras pruebas físicas, solo es la cara exterior de un enorme paquete de contenido referente al espíritu y a la conciencia; sin ninguna duda una cara exterior fascinante en la que todos nosotros deseamos tomar parte algún día en forma de un avistamiento experimentado personalmente.

Sin embargo, aún con toda la fascinación, deberíamos siempre pensar, incluso cuando a veces resulta difícil aceptar que una nave teletransportadora es un medio de transporte que los pleyadianos utilizan para traer sus mensajes a Billy, quien nos los hace llegar a nosotros. Por lo tanto, lo que aquí cuenta son los mensajes y no tanto los medios de transporte con los cuales nos son entregados aquí en la Tierra.

Por lo que se refiere a mí personalmente, mi primer contacto con FIGU se remonta al año 1996, pero ya en 1985 había oído hablar por primera vez acerca de los contactos de Billy.

En aquel tiempo ya vivía en un país de habla hispana; o sea que entre tanto tuve bastante tiempo para aprender este idioma de forma funcional y satisfactoria. Pronto, tras haber leído el primer texto, me enteré por otras personas de habla española que deseaban también tener acceso a estos textos, pero no entendían el alemán.

Y así pensé que sería necesario empezar con la traducción al español de algunos textos. Al mismo tiempo sentí también que era una magnífica ventaja el poder entender alemán, puesto que esta situación me daba acceso directo a textos que nosotros podemos considerar como un verdadero tesoro, cuyo guardián es Billy; tal como su nombre indica: Eduard = “guardián del tesoro”. Esta es también una circunstancia para acordarse de que Billy, desde el principio, ha realizado una enorme cantidad de trabajo y aún la sigue realizando, poniendo por escrito sus mensajes y los de los pleyadianos y haciéndonoslos pasar a nosotros, a lo que le sacamos provecho evolutivo. Por ello, él merece de todos nosotros el agradecimiento, que es lo que aquí le deseo expresar de corazón. Un buen modo de agradecerlo es sin duda también ayudarlo en su trabajo, cada cual según sus posibilidades.

Elaborar traducciones significa intentar entender los textos antes de traducir. O sea que traducir es también un procedimiento de aprendizaje, y la experiencia del aprendizaje aporta también evolución, y la evolución una realización plena del sentido de la vida. Una parte adicional de esta realización radica en el hecho que a través de la existencia de las traducciones, las personas interesadas podrán vivir ese proceso de aprendizaje, o sea que nosotros, en ese momento estamos compartiendo conscientemente el camino. Esto significa que nosotros en ese momento sentimos y reconocemos la evidencia del hecho de que convivimos y coexistimos con todos y cada uno en el conjunto del universo; y esa sensación se designa como amor, como el principio más elevado de la vida.

Y puesto que estas traducciones son una actividad voluntaria, se hace necesario emplear algo del tiempo libre, disponer de buenos diccionarios, repasar varias veces el texto traducido, en el mejor de los casos, con la colaboración de otras personas que hablen tanto el alemán como el idioma extranjero correspondiente.

Por otro lado, ¿Qué piensan ustedes, queridos lectores y lectoras, si empiezan por sí mismos a aprender el alemán? En definitiva es para vuestro propio progreso y sólo es una cuestión de reconocer su utilidad y tomar una decisión, también de constante ejercicio y trabajo, y sobre todo, concentración. ¿No opinan también igual?

Wolfram Heine/México

La Guerra y el Terror, la Nueva Religión Terrestre de los Poderosos

Los Estados Unidos de América y la Gran Bretaña han ejecutado la guerra asesina e injustificada en Irak pero no la han ganado, como ellos sostienen, ya que la población iraquí no desea a ambos poderes en su tierra. Como en otros tiempos, en muchos otros países los iraquíes también claman: “¡Americanos, váyanse!” y ellos claman que no quieren que la dictadura anterior de Saddam Hussain sea reemplazada con una nueva dictadura norteamericana. Pero esto le importa tan poco al estúpido presumido de gran presidente norteamericano, con presunciones de héroe de guerra, y presunciones de liberador de Irak, George W. Bush y a todos sus serviles creyentes, como tampoco al estúpido intrigante británico Tony Blair y su séquito de mentalmente desviados. E igualmente como todos éstos, están catalogados también muchísimos de sus “guerreros” asesinos, quienes en forma incendiaria, destructora y asesina han “conquistado” Irak y robaron del Museo lo que no estaba fijamente remachado o clavado. Como relató la gente iraquí que observó lo que realmente ocurrió en el museo, las tropas de guerra primero “liberaron” las piezas más valiosas del museo y las enviaron hacia los EE.UU. y Gran Bretaña antes de dejar entrar a pillos iraquíes, quienes entonces destruyeron y completaron el robo del resto. Bush y Blair, dos elementos autócratas irresponsables imprevisibles y tontos al máximo que quieren decidir en todo el mundo, junto con sus igualmente irresponsables seguidores con poder, sobre la vida y la muerte de seres humanos y sobre la existencia o no existencia de un país. Y el pueblo incluso clama a favor de todo y cree las demencias de estos dos mandatarios cuando ellos hacen referencia a Dios. Como todavía dijo el demencial poderoso de los EE.UU., el así llamado dizque mandatario estadounidense, a fin de justificar sus ansias de venganza y su miedo cobarde de Saddam: Él actúa por encargo directo de Dios cuando él cubre al pueblo de Saddam Hussain con la guerra, la destrucción, el terror y el asesinato. Y Blair, el lugarteniente y camarada rastrero del presidente norteamericano en Gran Bretaña aúlla en forma de justificación, de acuerdo al periódico de Londres “Times”: “Yo estoy dispuesto a comparecer ante mi creador y a responder por todos aquellos que han muerto como consecuencia de mis decisiones.” Pero si efectivamente hubiera un Dios creador, Blair, el pobre diablo sabihondo rastrero y seguidor de Bush, se vería muy negro, como también su gran demencial e irresponsable maestro y señor George W. Bush, de oficio presidente norteamericano, por sus maquinaciones y la alianza con el tonto presidente de USA siendo inclusive gobernador de Gran Bretaña como cuantésimo estado federal de los Estados Unidos.

Pero como no existe ningún Dios-Creador o Creador-Dios que pudiera invocar un “día del juicio” y exigir cuentas – ya que solo existe la neutral e universal Creación, la conciencia universal – entonces ni el seguidor de Bush, el bocón de Tony Blair, ni el impostor de Dios George W. Bush tendrán jamás que responsabilizarse. Es muy probable que Bush y Blair saben muy precisamente que su escapatoria con su Dios creador es sólo una bien pensada exageración sectaria para mantener a sus creyentes en la percha. No obstante, sus maquinaciones belicosas y asesinas se quedan sin penitencia – pues los victoriosos, aún cuando se trata de sujetos sospechosos, asesinos, terroristas y criminales de guerra, desde hace tiempo son alabados como héroes y elevados al cielo en lugar de ser obligados a dar cuentas y ser castigados, lo cual también sería el caso para sus simpatizantes, y los que los apoyan, los comandantes y los ejecutores. Pero en la Tierra, tales elementos criminales no serían llevados ante ningún tribunal para dar cuentas. Y efectivamente así será, que ni Bush ni Blair jamás tendrán que responder ante un juzgado terrestre o “divino” por su guerra ilícita contra el pueblo y criminal contra seres humanos – ni tampoco ante un tribunal de la ONU. Por un lado, éste no es reconocido por los EE.UU. para sí mismo, sino sólo para otros países, y por otro lado – tan sólo por el motivo mencionado – el tribunal de la ONU se sitúa en una posición ridícula. Y como nada se emprende contra Bush, Blair y consortes, en base a derechos y leyes, y como los EE.UU. no regresa al fin con sus tropas de todos los países de la Tierra a su propio país y se queda allí, ni abandona sus planes de dominio mundial, entonces ocurrirán otras cosas muy graves. Por eso, las organizaciones islámicas y otras organizaciones terroristas se vengarán de la guerra en Irak y, por su parte, también verterán mucha sangre inocente y cometerán innumerables asesinatos, como ya lo han demostrado con actos terroristas en Riad, Arabia Saudita, y los dos ataques terroristas en Casablanca, Marruecos, por los cuales ya hay que lamentar muchas vidas inocentes humanas. Y tales actos llaman nuevamente a los criminales mandatarios de estado al escenario, quienes entonces se sienten llamados y exhortados, en su demencia, su sectarismo y su autoritarismo otorgado por Dios, a propagar igualmente el asesinato, la destrucción y el terror por medio de sus armadas regulares. Así resulta obligatoriamente una secuencia imparable de incidentes, el uno tras el otro, porque la violencia necesariamente genera la violencia a su vez. Y así continúa esto hasta que un día todo estará destruido y aniquilado y el ser humano mismo se exterminará a sí mismo con sus acciones asesinas y criminales – si es que esto no ha sucedido ya tan sólo con el imparable crecimiento de la sobrepoblación.

Es difícil aceptar que George W. Bush y Blair creen en las tontas habladurías de locuras religiosas que ellos cotorrean. Todo es igualmente sólo un artificio sectario para mimar a la gente tonta y creyente y traerlas a su lado, así como era el caso con el absolutamente incrédulo y asesino Saddam Hussain, como él mismo me confesó a mí, Billy, en los años sesenta. Acerca del tonto Bush: El tipo ya hizo un discurso rastrero ante la nación que era tan mentiroso que las cumbreras de los tejados crujían, pues mintió diciendo que él, George Walker Bush, debía destruir, por encargo de dios, “lo malo” en Irak y como guardián de la tierra, debía mejorar el mundo. Él también clamó a fuerte voz: “La libertad que amamos no es un regalo de América al mundo, sino un regalo de dios a la humanidad.” Pero sólo con eso, que este miserable sujeto se refiriera a las Américas y no a los Estados Unidos de América demuestra qué clase de tipo es, pues América no es los EE.UU., sino todo el continente de norte, Centro y Sur América, de la cual los EE.UU. son sólo una parte. Aparentemente, Bush y cohortes, como también muchos norteamericanos deshonestos, ya consideran a todo el continente como uno de sus estados, lo cual muy bien corresponde a la forma de ser de los norteamericanos con respecto a sus planes de dominio mundial.

¿Pero qué trajo de cosas inteligentes el discurso de Bush? No mucho si uno considera el siguiente extracto del 31 de Enero, 2003 que fue publicado en el periódico “Tages-Anzeiger”:

Extractos de Discursos de Bush:
Sobre el deber de los EE.UU.:

“Es nuestra vocación, como tierra bendita, hacer este mundo mejor.”
“Nosotros nos aconsejaremos (con la ONU, nota del redactor). Pero que no haya mal entendimientos: si Saddam Hussain no se desarma completamente por la seguridad de nuestros pueblos y la paz del mundo, nosotros dirigiremos una coalición para desarmarlo.”
“Nosotros queremos la paz. (…) Muchas veces la paz debe ser defendida. (…) Si somos forzados a la guerra lucharemos con toda la fuerza y el poder militar norteamericano – y venceremos.”
“La libertad que valoramos no es un regalo de América al mundo, sino un regalo de dios a la humanidad. (…) Que Dios nos dirija ahora. Y que Dios también siga bendiciendo a los Estados Unidos de América.”

Al pueblo iraquí:

“Esta noche tengo un mensaje para el valiente y oprimido pueblo iraquí: vuestro enemigo no está alrededor de vuestro país, vuestro enemigo gobierna vuestro país. Y el día que él y su régimen sean sacados del poder será el día de vuestra liberación.”
“Como en Afganistán, nosotros también traeremos al pueblo iraquí alimentos, medicamentos y bienes de ayuda – y la libertad.”

A las tropas norteamericanas:

“Horas decisivas yacen ante ustedes. De estas horas depende el éxito de nuestra misión. Vuestro entrenamiento los ha preparado. Ustedes defenderán vuestro honor, ustedes creen en América y América cree ustedes.

Ahora, sea como sea, circulaba el rumor, ya sea verdadero o no, que Bush quería hacer su discurso también para los esperanzados ciudadanos de la isla ubicada frente a los EE.UU. y potencial estado de EE.UU., Gran Bretaña, terminando todo con las palabras: “¡Que dios los bendiga!” Sin embargo, lo que soltó para los ciudadanos británicos al final fue solo un barato: “Thank you” – supuestamente porque sus asesores lograron, con todas sus fuerzas de persuasión, prevenir que concluya nuevamente mencionando al buen Dios, por lo cual él se refería a sí mismo.

Ahora, sea la guerra o el propio terrorismo – al final, ambos son lo mismo –, con la religión y el buen Dios de respaldo, se puede llevar a cabo el asesinato y la destrucción más fácilmente. Si en nombre de la religión se destruye, se roba, se comete pillaje, se aniquila, se tortura, se masacra, se mata y se asesina, entonces todo se consigue mucho más fácil y más desalmadamente que en nombre del petróleo norteamericano o del petróleo británico, etc. En general, se ha propagado en el mundo y en la mayoría de los terrestres la demente obsesión y la errada creencia que es mucho más fácil morir y derramar la sangre y soportar dolor y aceptar a cambio la muerte, cuando se lucha por la religión y por Dios, como también por los santos. Y cuando están mezclados en esto el odio y la venganza, como también el fanatismo desbordado, entonces la injusticia, la desgracia y la demencia ya no se pueden contrarrestar. Invocando la mano de Dios se puede matar, robar, torturar, violar y explotar sin escrúpulos y ejercer el poder sin límite. Sin embargo, aún con Dios, al fin y al cabo cada persona asesinada está muerta como un ratón, enviada al más allá en forma brutal, inhumana y malvada. ¿Pero qué sucede con los asesinos que torturan o aniquilan a incontables personas por encargo y en nombre de su sediento-de-poder y asesino jefe de estado o jefe terrorista o comandante o Dios? Ellos se frotan las manos, brillando por sus actos homicidas, sus robos, su pillaje y sus violaciones y pueden seguir sus vidas con una conciencia completamente tranquila y en paz y pueden dormir bien sin pesadillas. Y cuando personas inexpertas creen todos los mimos sectarios del presidente norteamericano Bush y del primer ministro británico Blair y creen en sus mentiras, que el señor Dios ordenó la guerra y que éstos dos responsables y sus cohortes están listos a presentarse ante un “juez divino” para dar cuentas – sin importar qué idiota o demente sea este supuesto “juez divino” – entonces no están bien de los cabales o aún en un nivel en el que pudieran andar colgados de las manos de rama en rama con los monos.

Ambos, tanto Bush como Blair, gozan del brillo y se ponen bajo una luz brillante, de hecho, su hablar sectario es tan vibrante, que incluso al incrédulo Papa le saldrían las lágrimas y les rodarían sobre las mejillas.

El emperador de los EE.UU. George W. Bush, como también el gobernador de su imperio, Tony Blair en Gran Bretaña, cabalgan como Gengis Khan en antaño, sobre un caballo de guerra y dirigen sus tontos soldados en la guerra, el terror, la muerte y destrucción. Y una vez terminada la batalla, con muchos muertos y todo destruido, entonces se sientan en la cima de su poder militar y son aclamados por los tontos de sus pueblos. Y esto aunque, entre otras cosas, Bush era un miserable bebedor y rehuyó el servicio militar y otros tuvieron que poner sus cabezas en Vietnam por él. Sin embargo, así como con Bush y Blair, así ha sido también desde hace mucho tiempo: Los mayores fracasados, ineptos y frustrados tienen el hocico más grande y cuando alcanzan el poder, levantan su voz tanto sobre la gente que son capaces de encubrir su cobardía, su impotencia y toda su ineptitud en todas las cosas. Sin embargo, solo pueden proceder así con los inexpertos quienes guindan como bolas de excremento en su trasero y son engatusados por la pestilencia, por lo que no se dan cuenta de que cuelgan de criaturas que todas sus vidas no fueron sino fracasados.

Tony Blair, como marioneta del sectario asqueroso Bush, permitió que los soldados a su servicio asesinen y destruyan y saqueen museos en Irak. Y Bush mismo, como alcohólico reformado y evasor del servicio militar se arrodillaba santurrón ante un Dios imaginario y rastreramente hizo sus rezos egoístas – si todo esto no es solo un espectáculo, pretencioso y artificioso como anteriormente con Saddam Hussain y Blair, con el fin de brillar ante sus tontos y exaltados creyentes – y se bañaba gustoso en una verdadera borrachera de sangre. De todas maneras Bush y Blair no han sido los únicos y no serán los únicos en el futuro, pues también Ariel Sharon y sus cohortes en Israel y Yassir Arafat en Palestina no fueron ni son ni un pelo mejor. Y todos ellos dejarán que la sangre humana siga corriendo como ellos mismos la han hecho correr siendo potentados; George W. Bush como gobernador responsable de asesinatos por pena de muerte y proponente de la misma, Ariel Sharon siendo jefe militar, y Yassir Arafat siendo jefe de terroristas y otros asesinos que realizan atentados suicidas. Pues quien ordena las matanzas de personas es un asesino, al igual que el que lleva a cabo la orden y el asesinato. Y esto sin importar si se involucra a los Dioses de las diversas religiones y sectas y se ejecuta la supuesta orden de un Dios. Quien afirma tal cosa conduce a las personas al error y es un mentiroso, igual si se trata de un Cristiano, Musulmán, Hindú, Judío, Budista o cualquier sectario.

Pero a pesar de todo esto, se practica el crimen en todas las religiones en forma inescrupulosa, fanática y desalmada; y así matan los elementos criminales y degenerados de los Cristianos, Judíos, Islámicos e Hindúes a los que de alguna forma no se ajustan a sus gustos. Naturalmente, por lo general son los militares o los paramilitares, como también las fuerzas terroristas fanáticas y comandos suicidas – como que si la guerra no fuera también terror – quienes avanzan por la tierra, incendiando, destruyendo y asesinando. Esto mientras los malandrines mandatarios se mantienen agachados y seguros, y frotándose sus sucias manos y riéndose de lo tontos y bobos que son todos los que los apoyan, sus proponentes, sus seguidores y aquellos que exponen su boba cabeza para que se la quiten de un disparo.

Y aún no se ha dicho suficiente, pues en Roma está también la santa sede y sobre ella se instala – qué vergüenza – el hipócrita, senil y el que desde mucho tiempo debiera ser destituido, el Papa, quien indigno y achacoso y con palabras tontas y primitivas anda echando cuentos, prohíbe el divorcio de matrimonios desunidos, protege a curas pederastas que en todo el mundo abusan sexualmente de niños y menores, y prohíbe el trabajo mutuo entre protestantes y católicos en asuntos de la fe. Y todo esto en calidad de supuesto representante de un Dios imaginario, como él afirma. Y quien no está con él, está contra él, igualmente como Bush y Blair y todos los otros falibles jefes de estado. - Ciertamente un dios espléndido, quien, si uno piensa, permite que los sacerdotes bendigan armas para la guerra y rueguen a su Dios clamando por la victoria. Y uno debe pensar también que anteriormente los Papas mismos ordenaban la guerra y permitían el asesinato de seres humanos – y sin tomar en cuenta la inquisición.

Ya sean los falibles y poderosos jefes de estado o el Papa y todos sus cohortes rastreros; qué bello sería si todos estos santurrones no estuvieran en el poder, sino que fueran llamados por su aclamado Dios a rendir cuentas y fueran eliminados de la faz de la sociedad y llevados al destierro de por vida. Si fuera así, entonces la humanidad terrestre no estaría sentada en una pestilente cloaca política, militar, sectaria, religiosa y terrorista. De hecho, si los criminales jefes de estado y de religión efectivamente tuvieran que dar cuentas ante un creador – desde el punto de vista religioso – entonces serían deportados al infierno, y de hecho, tanto el Papa con la mayoría de sus allegados, como también todos los terroristas y cada poderoso jefe de estado que es delincuente, criminal, inhumano y asesino.

Pero ahí también está la ONU – una organización mundial que se supone debe procurar la paz y su mantenimiento. Una organización a la cual pertenece también los EE.UU., sin embargo les importan un comino las decisiones de la ONU, decidiendo por sí mismos dónde – como en Irak – se deberá provocar una guerra asesina y destructiva. La ONU, una organización que debería preocuparse por la paz y su conservación, la que, sin embargo, decide si deberá haber guerra o paz, cuando por alguna circunstancia se ha votado por ello. Pero una tal organización que puede determinar si se deberá realizar una guerra en algún sitio, está fuera de lugar y no debe existir.

En realidad, la ONU está toda enrevesada, como también el rol de los EE.UU. en este club de alcance mundial. Y si uno regresa al tema de la guerra en Irak, entonces uno puede verificar que incluso los defensores de los EE.UU., por muy conservadores que fueran, admiten ya desde hace tiempo que, entre las metas belicosas de Norteamérica en Irak y el encargo a los inspectores de la ONU no hay ninguna conexión. George Herbert Walker Bush, el presidente No. 41 de los EE.UU. y papi del bobito George Walker Bush, estaba encaprichado de poner en marcha el mercado mundial del petróleo, para lo cual Saddam Hussain era lo suficiente bueno para hacer la guerra con su pueblo y permitir la muerte de muchas personas inocentes – mujeres, niños y hombres – y causar gran destrucción con el uso de tropas multinacionales. Y como en 1991 él no alcanzó el gran botín y los EE.UU. no pudieron tomar las fuentes de petróleo iraquí, Bush junior se inventó la fábula que Saddam Hussain, es decir Irak, es un peligro para Norteamérica, y de hecho, para todo el mundo, que disponía de armas de destrucción masiva y que debía ser desarmada, y de hecho, sea como sea. Además, como no se ha encontrado ninguna arma de destrucción masiva en Irak, porque efectivamente no existen – excepto tales que hayan sido introducidas por las tropas norteamericanas mismas – Bush junior pretende tildarse a sí mismo y a sus tropas como liberadores de Irak de la dictadura de Saddam Hussain, lo que sin embargo les llamó la atención incluso a los iraquíes atormentados por Saddam por décadas, de que todo era solo un enorme artificio embustero de los EE.UU. porque la situación real es que están interesados en el petróleo y en la anexión. La intención verdadera de los EE.UU., ya conocida desde la época del papi Bush, era la de ahuyentar a Saddam Hussain y establecerse militarmente en Irak para conseguir un nuevo orden en la región bajo comando norteamericano y tomar posesión de las enormes reservas de petróleo. Ya desde 1998 existía un concepto norteamericano y análisis correspondiente de la situación en Irak (léase bajo el título “Vor dem dritten Golfkrieg nachlesbar”, por Siegwart-Horst Gunther y Burchard Brentjes, edición de 2002).

Igualmente claro fue también el veredicto de la ONU, la cual sentenció a Irak por su ocupación de Kuwait. Cuando los iraquíes fueron forzados a salir de la ocupada Kuwait, se estableció como consecuencia un embargo y también restricciones de exportación, además de que se instalaron inspectores de armas. Que de esa manera, toda la población iraquí sea puesta en la miseria y en la necesidad a causa del embargo de la ONU y las restricciones de exportación, eso no les importa en absoluto a los EE.UU. ni a la ONU. Esto les importa tan poco, como tampoco el hecho de que cientos de miles de personas – principalmente miembros islámicos chiítas – fueron enterrados vivos, con los pies y manos atados, en zanjas hechas con excavadoras, por ejecutores a las órdenes de Saddam Hussain, o que fueron asesinados con gases mortales o de alguna otra forma, pues muchos del pueblo, exhortados por los EE.UU., se rebelaron contra Saddam y entonces fueron miserable e infamemente abandonados a su suerte por los norteamericanos. Y que también todo tipo de cosas injustas sucedieron cuando los iraquíes avanzaron hacia Kuwait y que así Saddam Hussain cayó a ciegas en una de las trampas colocadas por los EE.UU., esto también ha quedado ocultado para toda la población mundial. De hecho, el conquistador derrocado quedó también como conquistador sentenciado, pero también se deben ver y revelar las circunstancias de la manera y con qué maquinaciones secretas norteamericanas el dictador iraquí Saddam Hussain llegó a hundirse en Kuwait. Uno solo tiene que pensar que Kuwait también es un país petrolero, y lo es, aunque sea pequeño. Como es fácil de comprender, los EE.UU. querían establecerse en ese país – no importa de qué forma o vil manera. Y por esa razón los EE.UU. creó una nueva religión: la de la guerra y el terror, como es propio desde la antigüedad de todos los poderosos jefes de estado y otros cabecillas bribones que explotan, engañan y asesinan al pueblo y que son deshonestos, criminales, autócratas, irresponsables y asesinos y últimamente han aumentado nuevamente y se han hecho degeneradamente “modernos”.

Desde la primera guerra en el Golfo de Irak, en 1991, cuando las tropas multinacionales - naturalmente dirigidas por los EE.UU.- dejaron incontables iraquíes asesinados y mucho en escombros y en ceniza, ya se llegó a conocer, desde la primera inspección por los inspectores de armas, que Irak, y naturalmente Saddam Hussain, no estaba en ninguna posición como para amenazar la paz mundial o sus países vecinos, como tampoco ahora tampoco es el caso con la segunda guerra en Irak. En efecto, la gran boca de Saddam Hussain solo era un gran hocico de amenazas, pues en realidad solo encubría una estrategia de intimidación que no tenía valor. Y precisamente esto lo sabía también el vengativo y autócrata descarado George W. Bush, porque él también vio en ello una buena oportunidad de conseguir Irak sin gran pérdida, para anexarla y tener una nueva posición de poder en el Medio Oriente además de poder tomar posesión de las fuentes de petróleo.

Y los países árabes alrededor de Irak hicieron el resto para que los EE.UU. se instalaran en sus tierras y pudieran desplegarse, esto es, cuando buscaron la “amistad” de los norteamericanos y los dejaron entrar a su tierra, donde éstos entonces se establecieron como es su costumbre desde siempre. En realidad, estos países árabes han acordado con este “servicio de amistad” con los EE.UU. un servicio de resultados engañosos, pues una vez que los norteamericanos anidan en algún sitio, entonces son más difíciles de expulsar nuevamente, como se ha probado desde hace mucho tiempo.

Si uno considera las últimas inspecciones de armas en Irak y la guerra criminal de los EE.UU. y su colonia Gran Bretaña, entonces es terriblemente claro y evidente qué injusticia se ha hecho a Irak y a su pueblo mediante la belicosa ambición de poder de los EE.UU. En efecto, se ha probado muy claramente que Saddam Hussain, con toda su armada y sus míseras armas no pudo amenazar al mundo, ni qué decir entonces de poder actuar militarmente en la región. Sin embargo, a pesar de todo, los EE.UU. mentirosa y engañosamente mantiene la ficción que se debe forzar el desarme militar de Irak con violencia y con guerra por interés de “la seguridad de los EE.UU, la paz mundial y la seguridad internacional.” Y del mismo cabo jalan todos aquellos idiotas británicos, españoles y varios de otras tierras que eran siervos de los EE.UU. y se habían hecho en los pantalones del miedo. Y la aserción adicional de los EE.UU., y naturalmente también de los británicos, que ellos querían especialmente liberar al pueblo iraquí de su asesino dictador, no era más que una mentira y un engaño, pues en realidad los EE.UU. tenía muchos más extensos objetivos que no estaban cubiertos por ese motivo de guerra, a decir, la anexión de Irak, el apropiamiento de las fuentes de petróleo y su expansión en la región árabe. Es de preguntarse si los países árabes que le piden la mano a los EE.UU. y sus poderosos son efectivamente tan tontos y estúpidos que no ven lo que los EE.UU. quiere en realidad, o si se están cortando los dedos porque esperan ventaja económica y seguridad de los EE.UU., lo cual en todo caso sería una ilusión infernal porque Norteamérica no les ofrece a los árabes ni el uno ni el otro, sino solo persigue la dominación y el lucro propio. Así como los Estados Unidos de América disemina sus mentiras, así también hicieron sonar sus cuernos los poderes europeos y la “Organización para la Paz”, la ONU, en la misma dirección. Aunque varios países se pronunciaron inicialmente en contra de una guerra, de todas maneras sí estaban dispuestos a brindar servicios de ayuda bélica y a tomar amplias medidas de precaución en caso de necesidad. El fondo ideológico para ello ya estaba puesto, o sea, aquel del “pacifismo condicional”, que exige en forma condicionada que toda guerra debe ser rechazada como medio de disputa y que hay que imponer una renuncia al armamentismo y a la capacitación militar.

Todo esto, sin embargo, es solo condicional, pues se supone que deben tomarse las armas cuando algunos débiles mentales e idiotas opinan que eso es necesario. Así que el “pacifismo condicional” no es más que una farsa, pues con el menor incidente se toma las armas para matar, asesinar y destruir, sin escrúpulos y sin responsabilidad. ¿Y qué se oye entonces de parte de los irresponsables a cargo y sus lamebotas? No se oye más que: “Uno no puede quedarse mirando sin hacer nada”; o: “No queda otra alternativa”; o: “En este caso sí se debe intervenir”; o: “En una guerra hay que participar, sino las cosas empeoran”, etc.

Pretextos idiotas y carentes de responsabilidad de gente irresponsable para quienes la vida humana no vale ni un bledo. Y aquellos que se opusieron a la guerra – como lo hicieron Francia, Alemania y Rusia, etc. – vuelven a cambiarse de camisa cuando los poderes “victoriosos” han realizado su obra de destrucción y su masacre asesina. Es entonces que los “firmes”, los que rechazaban la guerra y los que gritaban a favor de la paz, vuelven a aliarse con las “fuerzas victoriosas”, haciéndose de niños buenos y poniendo cara de buenos.

Ahora bien, los estadounidenses, en su soberbia y pretensión de enviados de Dios, declararon antes de la asesina y destructiva invasión a Irak que ellos, como miembros de la ONU, no necesitaban ninguna justificación por parte de la ONU para llevar a cabo una guerra en Irak, mientras que otros se aferraban a una decisión del consejo de seguridad de la ONU. Pero si se quiere aclarar la situación se debe revisar los documentos correspondientes. En primer lugar está la Carta de la ONU, en cuyo capítulo VII especifica ampliamente las medidas a tomar en caso de una amenaza o de una ruptura de la paz y de actos de agresión. También los Estados Unidos deberían haber respetado esto, pues la paz fue quebrantada claramente por los EE.UU. con el ataque a Irak, por lo cual Bushito y consortes y todos los estadounidenses que vociferan con él deberían ser llevados ante un tribunal internacional y sentenciados con sustanciosas privaciones de la libertad.

Pues bien, todas las resoluciones mencionadas en el capítulo VII están siempre ancladas en el contexto de este capítulo de la Carta. El artículo 41 se ocupa de medidas de bloqueo, como las que fueron efectivamente pronunciadas por la ONU después de la primera guerra del golfo.

El artículo 42 trata de todo aquello que contraviene todo establecimiento y conservación de la paz, es decir: Si el consejo de la ONU opina que las medidas determinadas en el artículo 41 son insuficientes, entonces puede ordenar y tomar medidas con fuerzas armadas en el aire, mar y tierra para la “conservación o el restablecimiento de la paz mundial y de la seguridad internacional”. Esto incluye también bloqueos, manifestaciones u otros usos de las fuerzas armadas terrestres, aéreas y marítimas de la organización de las Naciones Unidas. En tal caso – óigalo y asómbrese del “amor por la paz”, “establecimiento de la paz”, y la “conservación de la paz” de este disfrazado poder mundial y ridícula organización – la ONU misma actúa como comandante de guerra cuando, según la Carta de la ONU, dentro de sus acciones también puede incluir acciones militares de los estados miembros. Y el hecho que también la “neutral” Suiza se unió a esta asociación extremadamente dudosa que de forma no neutral decide sobre guerra y paz, así como vida y muerte – tal como los estadounidenses lo hacen con la guerra, el terror y la pena de muerte – es el colmo y demuestra la clase de gente que son ciertos suizos que gritaron a favor de ello, mientras que los verdaderos suizos tuvieron que sangrar por ello. Por supuesto hay que tomar en cuenta que por lo menos las Naciones Unidas no pueden delegar semejantes acciones a los estados miembros, puesto que los artículos de la Carta regulan a través de convenios especiales con el consejo de seguridad la forma en que los estados pueden poner sus fuerzas armadas a la disposición de éste, los que entonces estarían bajo el mando un comité especial de estado mayor. Respecto al uso de la violencia, el artículo 42 regula todo como sigue: “Los planes para el empleo de armas serán establecidos por el consejo de seguridad con el apoyo del comité de estado mayor.”

En realidad, desde que existe el consejo de seguridad nunca ha sido capaz aun de formar un comité de estado mayor, y como consecuencia, tampoco ha estado en condición de llevar a cabo acciones militares por su propia dirección. Esto fue también así en la guerra Iraquí del presidente tontón Bush júnior, pues a los estadounidenses, como miembros de la ONU, les importó un comino la Carta de la ONU y todos sus artículos, y en consecuencia, con soberbia y arrogancia redujeron Irak a llamas y cenizas, provocando malvadamente el terror, muertes, mutilaciones, miseria, penuria, consternación, miedo y enormes destrucciones.

Por lo tanto la tan mencionada resolución 1441 de la ONU, del 8 de noviembre de 2002, no decidió ninguna acción militar en Irak, sino un “régimen reforzado de inspectores de armas”. Con esto se le concedió a Irak y desde luego especialmente a Saddam Hussain una última oportunidad para que él cumpla con sus obligaciones de desarme, lo cual obviamente no hizo porque no había nada que desarmar, y esto los estadounidenses lo sabían muy bien. La mencionada resolución recordó también que el consejo de seguridad de la ONU había dado advertencias repetidas veces a Saddam Hussain, cuando éste no cumplía con las obligaciones de desarme exigidas por las Naciones Unidas. Sin embargo, prudentemente, nunca nadie dio palabra alguna acerca del hecho de que todo esto, las supuestas armas de destrucción masiva y la amenaza para los EE.UU. y la seguridad mundial, se basaba en que los Estados Unidos fabricaron informes falsos de los servicios secretos y otras mentiras y los presentaron a la ONU y al mundo entero para poder invadir Irak por objetivos de lucro y de anexión - ¿o será que los fulanos de la ONU son tan tontos que no se han dado cuenta de las mentiras y del engaño de los Norteamericanos? Si es así, entonces el mundo puede atenerse todavía a muchas cosas por parte de la ONU y de los EE.UU.

Ahora bien, la advertencia para Saddam Hussain – quien sin duda es un despiadado dictador y déspota, así como un asesino en masa en muchos cientos de miles de casos, quien de hecho debió ser expulsado, más no por la guerra de los estadounidenses y los británicos – fue sin duda una advertencia seria; no obstante, bajo afirmaciones falsas y embusteras e informes del servicio secreto de los ansiosos del poder mundial, los EE.UU. Sin embargo, esta advertencia no fue de ninguna manera una acción militar determinada por los servicios de seguridad norteamericanos, como tampoco fueron poderes generales para que los EE.UU. y la colonia de Bush, Gran Bretaña, puedan asaltar y anexionar Irak en forma bélica.

Ahora todavía hay quienes se apoyan en el preámbulo de la resolución 1441, es decir en una frase que dice aproximadamente como sigue: “Recordando que los estados miembros de la ONU, por la resolución 678 (1990) del consejo de seguridad, fueron autorizados a emplear todos los medios necesarios para hacer valer y poner en práctica la resolución 660 del consejo de seguridad, del 2 de agosto de 1990, y todas las demás resoluciones respectivas pronunciadas después de esta resolución, para restaurar la paz mundial y la seguridad internacional en el área....” etc. Respecto a esto debe decirse claramente que esta, llamémosla “autorización”, de ninguna manera fue concedida para impulsar las obligaciones de desarme.

En realidad, todo esto sirvió sólo para expulsar nuevamente a los iraquíes que habían caído en la trampa de los Norteamericanos que estaban en Kuwait – sin que la ONU probablemente supiera nada del trasfondo de la trampa Norteamericana. Por lo tanto, las medidas de la ONU para la liberación de Kuwait sirvieron para volver a expulsar a los conquistadores iraquíes. Por lo tanto, todo ello no debe relacionarse con el artículo 42 de la Carta, sino con el artículo 51, que dice que si se da el caso de un ataque armado, se da el derecho “natural de la autodefensa individual o colectiva”. Sin embargo, en esto no se debe pasar por alto que según la Carta de la ONU estas medidas de autodefensa sólo son legítimas “hasta que el consejo de seguridad de la ONU” haya elaborado y decidido las “medidas necesarias para la conservación de la paz mundial y de la seguridad internacional”. Finalmente hay que mencionar que no está prevista ninguna concesión para que el consejo de seguridad otorgue una autorización para acciones militares por parte los miembros de la ONU. Incluso si después de la ocupación de Kuwait uno reflexiona en forma realista sobre el comportamiento del consejo de seguridad desde el punto de vista que en consecuencia de las circunstancias internacionales, de acuerdo con la Carta de la ONU, no puede otorgarse ninguna capacidad para dar vida a un comité de estado mayor y realizar, por sí mismo, acciones militares, entonces se puede decir que esta ridícula organización de todas maneras debe decidir sobre la paz y la guerra en el mundo, pudiendo ejercer tal poder que haya asesinatos y destrucción de obras humanas, si la ONU pronunciara la orden respectiva. Y semejante organización no sólo es un gran mal y está fuera de lugar en la Tierra, sino que no tiene ninguna razón de existir. La guerra, el terror, así como el asesinato, el homicidio y la destrucción siguen siendo siempre lo mismo, aun cuando todo lo relacionado con ello es decidido y dictado por la ONU. Y si finalmente se reflexiona nuevamente sobre el golpe militar de los EE.UU. contra Irak y su población, que ha sido oprimida por Saddam Hussain, vejada, torturada y asesinada en muchas ocasiones, entonces, en este aspecto por lo menos se debe reconocer que la ONU no le dio a los EE.UU. ni a Gran Bretaña y todos los demás participantes criminales ningún poder ni mandato de parte del consejo de seguridad de la ONU para forzar bélicamente el desarme iraquí. Al menos en esto ha actuado bien esta ridícula organización – en cambio, sin tomar acción alguna, dejó que los EEUU y Gran Bretaña, así como los que se arrastran ante ellos, provoquen una guerra en Irak. Si fue cobardía o impotencia lo que estaba en juego, esto está por verse.

En todo caso, viéndolo puramente desde el punto de vista del derecho de los pueblos, todos los países no deberían tener ningún problema en distanciarse finalmente de los EE.UU., es decir de sus estadistas culpables y sus adeptos tontos y los que los apoyan. Y todos los estados de la Tierra deberían tomar en cuenta que en el juego asesino de los Estados Unidos y su ambición de dominio mundial, ellos mismos podrían ser los próximos en ser atacados, anexados y explotados por las avaras y sangrientas garras de los EE.UU., así como se ha hecho realidad tanto en Afganistán como en Irak, como en varios otros países del mundo. En esto, los EE.UU. no se preocupan por el derecho, pues como se sabe, los EE.UU. siempre fabrican sus propios derechos, siempre moldeados tal como lo necesitan en su momento – y las vidas humanas que son asesinadas por este derecho no juegan ningún papel importante.

Billy