Boletín Especial 2
Sus insidiosas ideas y planes, según los cuales por una razón convincente e ideada por los norteamericanos mismos, y visible para el mundo entero, podían atacar a los odiados japoneses con su nueva bomba, la bomba atómica, fueron perfectos, pues súbitamente los japoneses eran los malos y Norteamérica podía actuar – y actuó.
Fue entonces que ambas ciudades japonesas, Hiroshima y Nagasaki, fueron convertidas en cenizas y escombros por bombas atómicas el 6 y 9 de Agosto de 1945, por órdenes del gobierno norteamericano, es decir Harry S. Truman. Acerca de cómo le fue a la población civil japonesa dentro y alrededor de estos dos pueblos, esto lo saben narrar bien, aún hoy, muchas personas del planeta Tierra.
Pues bien George W. Bush y todos los lobos que aúllan con él:
Nosotros no somos amos ni de este ni de otros mundos, ni tampoco Usted ni sus así llamados asesores, pues todos nosotros solo somos viandantes por los tiempos, más no subyugadores de pueblos enteros.
Este artículo fue escrito por quien lo firma, por decisión propia y libre, así que tomo con gusto toda responsabilidad por posibles inconveniencias, cualesquiera que sean.
Engelbert Wächter, Suiza
Los Estados Unidos de América se ha Vuelto Loco
Norteamérica ha entrado en uno de sus periodos de locura histórica, pero éste es el peor que puedo recordar: peor que el de McCarthy, peor que la Bahía de los Cochinos, y a la larga, potencialmente más desastrosa que la guerra en Vietnam.
La reacción a los eventos del 11 de Septiembre está más allá de cualquier cosa que Osama Bin Laden hubiera podido desear en sus sueños más despiadados. Como en los tiempos de McCarthy, las libertades que han hecho a los EE.UU. la envidia del mundo están siendo roídas sistemáticamente. La combinación de los complacientes medios de comunicación norteamericanos y los intereses invertidos por las corporaciones una vez más están asegurando que el debate que debería estar rugiendo en cada esquina sea limitado a las columnas intelectuales de los periódicos de la costa del Este.
La inminente guerra fue planeada años antes de que Bin Laden ataque, pero fue él quien la hizo posible. Sin Bin Laden, la junta de Bush todavía estuviera tratando de explicar tales asuntos desagradables como: en primer lugar cómo fue elegido presidente; Enron; su favorecer desvergonzado a los que ya son muy ricos; su irresponsable quemeimportismo por los pobres del mundo, la ecología y una larga lista de tratados internacionales que han sido abrogados unilateralmente.