Boletín Especial 2

Ellos también tendrían que decirnos por qué ellos apoyan a Israel en su continuo rechazo de las resoluciones de la ONU. Pero Bin Laden convenientemente barrió todo esto bajo la alfombra.

Los Bushitos están como en el cielo. Ahora 88 por ciento de los norteamericanos quieren la guerra, así nos dicen. El presupuesto para la defensa de los EE.UU. ha sido elevado por $60 mil millones a alrededor de $360 mil millones. Una espléndida nueva generación de armas nucleares está en camino para que todos podamos estar tranquilos. Pero qué mismo es lo que los 88 por ciento de norteamericanos piensan que están apoyando es mucho menos claro. ¿Una guerra por cuánto tiempo, por favor? ¿A qué costo en vidas norteamericanas? ¿A qué costo para los norteamericanos que pagan impuestos? ¿A qué costo, pues la mayoría de ese 88 por ciento son personas completamente decentes y humanas, en vidas iraquíes?

Cómo Bush y su junta lograron recanalizar la ira norteamericana contra Bin Laden hacia Saddam Hussein es uno de los mayores trucos de relaciones públicas de la historia. Pero lo hicieron. Una encuesta reciente nos dice que uno en dos norteamericanos ahora piensa que Saddam fue el responsable por el ataque al World Trade Center. Pero el público norteamericano no solo esta siendo engañado. Esta siendo intimidado y mantenido en un estado de ignorancia y miedo. La neurosis orquestada cuidadosamente deberá llevar a Bush y sus conspiradores muy bien hacia la próxima elección.

Aquellos que no están con Bush están contra él. Peor, están con el enemigo. Lo cual es raro porque yo estoy completamente contra Bush, pero me encantaría ver el derrocamiento de Saddam – solo que no bajo los términos de Bush ni con sus métodos. Y no bajo los titulares de tal crasa hipocresía.

El himno religioso que enviará a las tropas norteamericanas a la guerra es tal vez uno de los más mórbidos aspectos de esta irreal guerra. Bush está con Dios brazo a brazo. Y Dios tiene unas opiniones políticas muy peculiares. Dios nombró a los EE.UU. a que salve al mundo de cualquier forma que le convenga a los EE.UU. Dios nombró a Israel a que sea el nexo de Norteamérica en su política del Medio Oriente, y cualquiera que no esté de acuerdo con esta idea es a) antisemítico, b) anti-norteamericano, c) está con el enemigo, y d) un terrorista.