Boletín Especial 1
Y aquellas personas que sufren de estas deficiencias no deberían ser elegidas por el pueblo a gobernar, ni ser toleradas en caso de autonombrarse y autoalzarse a una posición oficial o directamente a una posición de poder. Y aquellos entre el pueblo quienes están sujetos a tales elementos ineptos y belicistas, entontecedores del pueblo, carentes de conciencia, que hieren al pueblo y quienes gritan a favor de cualquier perversión y acto malvado político, sectario o militar y aúllan en el coro de los ávidos de sangre humana, también deberían ser obligados por las personas del pueblo que piensan y actúan en forma sensata, a que den cuentas por su irresponsable apoyo a la guerra, y su miedoso y cobarde aullar y actuar.
La violencia genera a su vez la violencia, la guerra genera a su vez la guerra, el terror generara a su vez el terror. Esto debería quedarle finalmente claro al ser humano de la Tierra. Por eso, los poderosos estadistas instigadores a la guerra deben ser destituidos por el pueblo y por ninguna razón deben ser elegidos a ocupar altas posiciones de poder. Tampoco un G. W. Bush pertenece en la posición de poder que le fue facilitada imprudente e irresponsablemente por una parte del pueblo estadounidense. Una posición de la que él abusa para propósitos bélicos y para ejercitar el poder, ignorando todas las solicitaciones y las voces de sensatez de la parte del pueblo que se opone a todo belicismo, a todo terror, así como a la pena de muerte, como lo hacen igualmente miles de millones de personas sensatas en todo el mundo que realmente aman la paz, quienes no obstante, no son escuchados por los poderosos y culpables en el poder, porque éstos, en su autoritarismo pasan en efecto desalmadamente sobre cadáveres de mujeres, niños y hombres, así como sobre la destrucción de logros humanos alcanzados con grandes dificultades. Las personas en posiciones gubernamentales de poder que practican el terror deben ser destituidos por el pueblo en forma responsable porque: sólo se puede poner un alto a toda esta locura si la humanidad por fin se une haciendo causa común, aprende y respeta las leyes de la vida y solo tolera en las posiciones de poder gubernamental a personas que no quieren abusar de su poder y autoritarismo, ni de su afán de lucro, sino que trabajan en efecto solo para el pueblo, en forma altruista, honrada, modesta y virtuosa, generando bondad mediante la bondad, paz mediante la paz, y verdadera libertad mediante verdadera libertad. Para esto, el pueblo debe elegir a las más altas posiciones y sólo consentir a aquellas personas que a diario prueban que gobiernan sola y únicamente para el bien del pueblo y cada individuo, sin ansias de poder y sin sacar ningún tipo de provecho para su propio bolsillo.
30 de Diciembre 2002, 23:31h
Billy