Boletín Especial 1

En este caso ya no servirían de nada los cantos religiosos que son lloriqueados, sin cerebro ni reflexión, en las llamadas casas de dios. En efecto, no se necesita orar religiosa y sumisamente ni entonar cantos religiosos, sino que hay que poner a funcionar el cerebro y crear pensamientos y sentimientos sanos para dejar que surja el verdadero amor, la paz y la libertad. Uno no tiene ni debe simplemente esconderse, por miedo cobarde, bajo fórmulas religiosas que no tienen sentido, o versículos, palabras, cantos y oraciones mojigatas, y uno no debe jamás generar odio en contra de otros por motivos de miedo insensato, por cobardía, ni por ganas de venganza o de desquite, ni tomar acciones letales, sea en contra de individuos, o sea en contra de ciertos o muchos pueblos o estados, así como lo ha hecho y lo sigue haciendo especialmente los Estados Unidos desde que existe – empezando por la semi-extinción y degradación de la población nativa norteamericana, los indios, continuando con el robo de personas de raza negra en África y su esclavización en los Estados Unidos, la que con presunción habla de amor, paz y libertad e inscribe en su billetes monetarios: "In God We Trust" ("En Dios Confiamos"), y sin embargo, ejecuta a seres humanos por medio de la pena de muerte, y llegando hasta a la intromisión política y militar no invitada en asuntos ajenos, para poder realizar sus planes de domino mundial y de acaparamiento de recursos, aún cuando incontables seres humanos pierden sus vidas y efectivamente pasan de hecho sobre sus cadáveres.

Uno debe evitar toda guerra, como un verdadero ser humano, y jamás incitarla. Por eso toda la humanidad tiene que levantarse en contra de los líderes de la demencia y los que carecen de carácter, como también contra los irresponsables y los belicosos y contra sus siervos en todos los países, para ponerle un alto a la amenazante demencia de los Estados Unidos con respecto a una segunda guerra contra Irak, y para evitar ésta como también otras escaladas del conflicto entre Israel y Palestina, así como otras guerras o incluso una tercera guerra mundial, la que de acuerdo a antiguas profecías ciertamente nos puede amenazar si la instigación a la guerra por parte de los Estados Unidos y de sus aliados se hace realidad de cualquier forma, resultando en muertes, asesinatos, destrucción y aniquilación.

La humanidad debe unirse en causa común – como un solo pueblo – contra las maquinaciones belicistas irresponsables, los delirios de grandeza y en contra de la amenaza de una nueva guerra en el Golfo, así como en contra de otras maquinaciones bélicas similares por parte de los Estados Unidos que son de puro terror mundial.