Boletín Especial 11
Primeros planes para la invasión de Irak
“Todo giraba alrededor de cómo podría realizarse,” le contó O’Neill a la reportera estrella de la CBS, Leslie Stahl, ayer por la noche a la hora de mayor audiencia. “Ese fue todo el tono. El presidente dijo: Encuentren una forma de cómo hacerlo.” A O’Neill, con su mentalidad centrada, se le revolvió el estómago: “Para mí, el concepto de un golpe preventivo, en el que los EEUU. tenga el derecho unilateral de hacer lo que crea necesario, fue un salto realmente muy grande.”
Dos días más tarde, durante la siguiente sesión del consejo de seguridad, Bush continuaba impulsando el tema. El autor Suskind delinea en su libro los inicios de la estrategia de Bush para la guerra de Irak – ya en enero y en febrero de 2001: “Hay memorias. Una de ellas, sellada como ‘clasificado’, que dice: “Plan para Irak después de Saddam.” De acuerdo a esto, la Casa Blanca ya desde entonces se preparaba en otros proyectos también para el empleo de posguerra de tropas de paz y tribunales de criminales de guerra – así como la repartición del petróleo iraquí. Un documento del pentágono (“Candidatos extranjeros para los contratos petroleros iraquíes”), fechado el 5 de marzo de 2001 contenía un mapa con potenciales campos de explotación.
Hacia fuera, el gobierno negaba sus ambiciones respecto a Irak. Aún dos meses después de los ataques terroristas de 2001, el secretario de estado, Colin Powell dijo acerca de Saddam Hussein: “Yo nunca he visto un plan según el cual él sería derrocado.”