Boletín Especial 10

Me refiero a la teletransportación y transmisión material, con cuya ayuda se transportan desde las naves hacia la oficina de Billy, al patio o de regreso a sus vehículos. Actualmente los pleyarianos están trabajando en una tecnología de transporte que también para ellos es completamente nueva, y que algún día les permitirá viajar por el espacio sin naves espaciales, pequeñas o grandes. Lamentablemente, esta tecnología aún tiene deficiencias que todavía conducen a la desaparición de los objetos de prueba en lo desconocido. Sin embargo, las investigadoras e investigadores pleyarianos están buscando asiduamente las soluciones del problema, pues saben que debe funcionar y también que un día funcionará. No obstante, están conscientes de que hasta el momento, simplemente no han hallado todavía la clave técnica ni los necesarios conocimientos. Sin embargo, dentro de un tiempo no muy lejano esto cambiará, porque un “¡es imposible!”, no existe de tal forma ni entra en consideración para las científicas/científicos pleyarianos.

El hecho de que con los pleyarianos, la llamada técnica del “beaming” ya funciona a la perfección, comprueba que nuestros científicos terrestres están equivocados al respecto. Y esto también demuestra que la humanidad terrestre, es decir muchos investigadores, se ven a sí mismos como la medida de todas las cosas, considerando a sus propios parámetros y métodos de medida como algo válido en todo el universo y como algo absoluto. Esto es una situación que sin embargo no sólo se ve en los investigadores, sino también en la forma de pensar de la mayoría de nuestra humanidad terrestre. Frente al hecho de que en el tercer milenio vivimos en una época de grandes transformaciones e innovaciones, así como de grandes descubrimientos e inventos, la afirmación que algo “¡es imposible!” es inconcebible.

No obstante, esta frase sería aún más o menos comprensible si de una manera honesta sólo se hablara de que “de acuerdo al conocimiento y nivel actuales de nuestras posibilidades técnicas aún es imposible”. Todo esto forma parte del orden del progreso. Esto es simplemente un hecho inamovible que puede ser entendido incluso por un niño. Nada es tan seguro como la muerte y el renacer, el movimiento, el anhelo de avanzar, el progreso y la evolución, pues en el aprendizaje y en la evolución yace el sentido de la vida. Por lo tanto, ¡cómo es posible que en el caso presente de la teletransportación de la materia “beaming” pueda hablarse de un “¡es imposible!”, de una manera tan absolutista, tan llena de prejuicios y de estancamiento. No es necesario volver a escribir aquí acerca de todo lo que hace cien años atrás era considerado como “¡es imposible!”. Tan solo este hecho es prueba suficiente de que no hay nada tan imposible como lo supuestamente “imposible”.
Y algún día, la teletransportación de la materia también será tan habitual y cotidiana para el ser humano terrestre como hoy lo es cocinar con una cocina de cerámica de vidrio.

Hans-Georg Lanzendorfer, Suiza.