El Desarrollo de la Conciencia y del Espíritu del Ser Humano
- La copia de la Creación, que es el espíritu dentro de él; la existencia, que carece de dimensiones; ella alberga en sí todas las dimensiones y las trasciende a todas al mismo tiempo.
- El espíritu es el milagro de todos los milagros, del cual emana toda fuerza.
- Pero un milagro significa la utilización de la fuerza espiritual a la perfección.
- El ser humano, sin embargo, coloca un milagro en algo que carece de todas las posibilidades de darle una explicación lógica.
- Si un ser humano es feliz, entonces la felicidad proviene de su interior, pues la felicidad es un estado creado por uno mismo; jamás es la felicidad un lugar.
- La alegría proviene desde lo interior de los seres humanos, creada por el estado de equilibrio espiritual y de conciencia.
- Por lo tanto, todo viene de lo interior.
- Las cosas y las personas que aparentemente constituyen el origen de la felicidad, no son sino el motivo exterior que causa que se exprese la felicidad dentro del ser humano; esto es, cuando él se ha dedicado a trabajar conscientemente en ello.
- Entonces, la felicidad es algo que pertenece a lo más íntimo, a la esencia espiritual, y es una característica inseparable de la existencia de la Creación.
- En esta existencia están contenidas la felicidad infinita y la fuerza infinita.
- Puede que el ser humano esté viejo exteriormente, sin embargo, eso es sólo una circunstancia pasajera.
- Cincuenta años antes no lo estaba y tampoco lo estará dentro de cincuenta años, cuando su cuerpo esté muerto, ya que sólo el cuerpo puede volverse viejo y enfermizo.
- El espíritu, sin embargo, siempre permanece joven y nunca está sujeto a procesos de envejecimiento.
- La edad es algo como la niñez o la juventud, como las preocupaciones, las penas o los problemas; algo que pasa como pasan todas las condiciones y experiencias externas del mundo.
- Lo que permanece es la existencia del espíritu, la verdad, el conocimiento, la sabiduría, la realidad.
- Ellas deben ser reconocidas y desarrolladas, puesto que sólo ellas liberan al ser humano.
- Si el ser humano reconoce la existencia de su espíritu, entonces la edad ya no le puede afectar más.