Sobrepoblación 05

Así los "Señores de la Guerra", cubiertos en armas, pueden tramar guerras, luchas y encuentros bélicos, como por el ejemplo el "Príncipe de la Muerte", el Khun Sa en Birma, quien hipócritamente acierta luchar por la libertad y la independencia de la gente de Shan, aunque en realidad utiliza su armada para la producción y transportación de narcóticos en el "Triángulo de Oro" entre Birma, Tailandia y Laos. El general uzbequistano Rashid Dostam, en Afganistán, tampoco es mejor, ya que sólo persigue metas personales; y las víctimas de todas estas guerras internas, como en 1994 en Ruanda, Angola, Bosnia y Yemen, etc. son civiles inocentes, niños, ancianos, mujeres y hombres desarmados. Si se compara el número de soldados muertos con el de civiles muertos, entonces resulta el alarmante dato que a mediados del año 1994, por cada soldado muerto hubo diez civiles muertos. Y aún así, los humanitaristas equivocados, imbéciles y sabelotodos quieren sostener que el número de la población de la Tierra no tiene nada que ver con todos estos problemas, aunque la gente de la Tierra ya vive tan densamente que debe respirar el mismo aire de los demás.

La gente que sólo evoca el pasado, y se vuelve en sus argumentaciones contra la suspensión mundial de nacimientos y contra el reconocimiento de la sobrepoblación como fuente de todo mal, o son sectarios religiosos, humanitaristas equivocados e irresponsables o informados de forma errónea. Ellos olvidan, con estas sus aserciones retrospectivas, que el tiempo, mientras tanto, ya ha progresado por 2 mil años y que ya no estamos en la edad media, sino en un mundo moderno y altamente técnico. Y precisamente este mundo del presente demanda que la humanidad entera abandone sus caminos encarrilados, sus viejas formas de pensar y actuar, y que mire hacia un futuro que presente nuevas perspectivas y horizontes. El hombre de la edad moderna se encuentra en un punto decisivo que lo obliga a reflexionar muy bien y sobre todo muy rápidamente sobre el camino que quiere tomar en su desarrollo futuro. Si escoge el camino del razonamiento, entonces estaría mirando hacia adelante y pondría todo para luchar contra el mayor azote de la humanidad - la sobrepoblación mundial. Pero si continua por el camino de la irracionalidad, entonces crecerán constantemente e imperarán los asesinatos y los homicidios, el odio, el terrorismo, el odio contra los extranjeros, la destrucción ambiental, la guerra, el anarquismo, el odio contra otras razas, degeneración del poder, degeneraciones de especies, la criminalidad, la falta de trabajo, la escasez de viviendas, las violaciones sexuales, la destrucción, las enfermedades, las epidemias, el hambre y la miseria y mucho, mucho más.