Sobrepoblación 05

Además, el Estado debería tomar medidas para crear un fondo de pensiones correspondiente, para ayudar y dar la mano a aquellos que por razones no intencionales ya no pueden mantenerse a sí mismos. Sin embargo, se debe garantizar que los aprovechadores y abusivos, aquellos que han desperdiciado su vida entera y han vivido como parásitos constantemente a costa de otros, no sean, además de esto, mantenidos por el Estado también en el tiempo de su vejez. El derecho a la asistencia social lo tiene sólo aquel que sincera y honestamente se ha preocupado de ser un miembro responsable de la ciudadanía toda su vida, y que a pesar de esto, por las razones no intencionales que sean, no están en condiciones de mantenerse a sí mismos en su vejez. Es una muestra de un humanitarismo degenerado y completamente erróneo cuando el "papá Gobierno" premia a individuos que no son más que parásitos, holgazanes, vagos, aprovechadores, entre otros, por su increíble holgazanería, su estupidez ilimitada, su egoísmo y su comportamiento antisocial, al financiarles gratuitamente, a pesar de que no tengan ningún mérito, el costo de vida.

Como paso adicional importante debería crearse una ley para que todas las pensiones pagadas juntas a una sola persona no sobrepasen en su totalidad lo que la persona estaba recibiendo como salario mensual, es decir, que la pensión no resulte ser un ingreso más alto que el ingreso anterior a la jubilación. Si el pensionado dispone de recursos suficientes para mantenerse a sí mismo, entonces no debe recibir ninguna pensión, sino que ésta se guarda y después del fallecimiento del pensionado, el capital ahorrado para la jubilación se asigna a los fondos estatales de jubilación.

Si una persona trabaja aún después de la edad de jubilación y muestra un ingreso considerable, entonces la pensión debe reducirse correspondientemente, de tal forma que el ingreso mensual normal de la persona no sea sobrepasado.

Las personas cristiano-religiosas son extremadamente inclinadas al humanitarismo equivocado en todos sus pensamientos y quehaceres. Un pensamiento que no mira hacia el frente, sino que es retrospectivo y al hacerlos mirar constantemente hacia atrás los empuja hacia la dependencia y la esclavitud.