Boletín Especial 6
En la televisión, un oficial de las fuerzas aéreas suizas explicó que cuando aviones de guerra extranjeros penetran el espacio aéreo suizo, los aviones de guerra despegan y los extranjeros son escoltados hacia la frontera. Y esto lo hacen ridículamente desarmados, e incluso sin que los aviones de guerra extranjeros sean capturados, incautados y la tripulación sea detenida. Esto tal vez tenga su motivo en una cierta cobardía de los responsables y también por miedo a las sanciones norteamericanas e inglesas – pues de estos países beligerantes con sus sobre vuelos no autorizados se está hablando; - finalmente, probablemente se trata de que el juego sucio con Norteamérica no deba ser estropeado porque Suiza se ha maniobrado hacia un negocio con los Estados Unidos que debe ser ejecutado por muy indignos que fueran los medios, incluso que se permita que los Estados Unidos e Inglaterra puedan violar la neutralidad suiza con sus bombarderos B-52 cargados de bombas: Esto es, que Norteamérica va a comprar de Suiza varios aviones de guerra viejos a un precio de 25 millones de dólares o francos suizos cada uno para utilizarlos como objetivos y objetos de prueba.
Habría todavía mucho que decir sobre todas las cosas y maquinaciones que son refutadas, pero eso sería como llevar arena al desierto. Pero dos cosas aún deberían ser explicadas: esto es que a los Estados Unidos especialmente les importa un comino si un país le da el derecho de sobrevolarlo o no. Efectivamente, los Estados Unidos lo hace aun cuando no tiene ningún permiso para ello, pues los mandatarios de Norteamérica y sus esbirros y los que andan arrastrándose metiéndose en su trasero y sus “lamebotas” no se preocupan de ninguna manera por los decretos de otros países; sin pensar quebrantan los convenios firmados, permiten que haya pillaje y la justicia del linchamiento en las áreas adonde llevaron la guerra y no siguen de ninguna manera los firmes convenios de guerra que han firmado. Los Estados Unidos se preocupan solo por sí mismos y en ningún caso del resto del mundo. Sea como sea con las convenciones de Ginebra, etc., a los Estados Unidos le importa un comino pues se sienten como líderes y como policía del mundo, como dioses del mundo y del Universo. Y quien no participa en las maquinaciones criminales de guerra de los Estados Unidos, ni aúlla con ellos ni piensa como ellos y el que no quiere metérsele en el maloliente trasero es considerado un enemigo.