PAZ/PEACE, Muerte y Destrucción
Esto significa que la antigua conciencia con la antigua personalidad, etc., es disuelta y no puede reencarnar, por lo que con el nuevo nacimiento nace una conciencia totalmente nueva, con una personalidad igualmente nueva y libre de carga; y lo único que, por la reencarnación, no fenece, es el espíritu creacional-humano, es decir, la forma espiritual, la cual permanece siendo la misma/el mismo y «se aloja a habitar en» el nuevo cuerpo como un factor vivificante, es decir, vivificándolo y tomándolo como residencia.
La conciencia, además, tiene la capacidad de «emitirse», es decir, de realizar un viaje mental, en forma fino-fluidal {feinstofflich}, por medio de campos electromagnéticos de formación periódica {Schwingungen}, como, por ejemplo, en la así llamada muerte cerebral o durante el sueño, o en otros estados similares. Esto significa que la conciencia puede enviar sus «sensores», por decirlo así, y puede, por ejemplo, observar cosas y acontecimientos que suceden no lejos –o muy lejos– del cuerpo, cuando éste está en un estado de «muerte cerebral» o en el sueño o en algún otro estado similar. El fenómeno más conocido en este aspecto es aquel que se manifiesta en personas que sufren la «muerte cerebral» y que luego fueron reanimadas, donde de repente se vieron flotando sobre el cuerpo aparentemente muerto o incluso cerca del techo, pudiendo observar muy claramente todo lo que pasa con el cuerpo y en su entorno, etc. También el así llamado «efecto del túnel» se manifiesta de esta manera, donde la conciencia flota a través de un túnel oscuro, en cuyo fondo usualmente aparece una luz fuerte y clara. Un efecto que se produce, entre otras cosas, por una deficiencia de oxígeno en el cerebro.
En el universo existe el factor de que la materia viva y la «muerta» están integradas la una con la otra. Respecto a lo que el ser humano denomina «este mundo», es la materia gruesa, es el mundo palpable de materia gruesa, mientras que el «más allá» es la todo abarcante realidad de lo fino-fluidal {das Feinstoffliche} y de lo energético-espiritual, que es invisible para el ser humano. Y es un hecho que el ámbito del más allá, el ámbito energético-espiritual de la Creación Conciencia Universal, en el universo inmaterial, es muchísimo más grande que el universo material, en cuyo ámbito directo influye también la energía creacional fino-fluidal {feinstofflich}. De este modo, todo lo existente en este lado {en «este mundo»; en el mundo material palpable; aquende} y toda vida material, está rodeado por lo fino-fluidal {das Feinstoffliche} y por lo perteneciente al más allá {allende}, en el cual se deposita todo y cada cosa de la vida actual del ser humano en los Bancos de Almacenamiento electromagnético-espiritual-energéticos; {en ellos se deposita} todo el amor del ser humano, su conocimiento, su sabiduría, sus movimientos, pensamientos, acciones, sentimientos y todos los demás impulsos, etc., etc.