Lucha Contra la Superpoblación
De todas las decenas de miles de refugiados son en realidad muy pocos los que deben huir de sus tierras natales por la seguridad de sus vidas y tienen el derecho justificable de ser considerados refugiados y pueden ser reconocidos como tales, aún cuando contrariamente, los responsables del problema de los refugiados en países “acogedores” otorgan a miles y decenas de miles de tales supuestos refugiados los derechos de verdaderos refugiados, y el país entero entonces tiene que soportar el costo. Estos responsables no reconocen, o no quieren reconocer, por causa de un humanitarismo equivocado, que esta clase de refugiados son sólo refugiados económicos, etc., que dejan ignominiosamente a su propio país natal en la estacada. Precisamente entonces, cuando la confusión y la miseria afligen a la nación y se depende de la ayuda y de la cooperación de cada ciudadano, justo entonces huyen de sus tierras natales, cuando su ayuda es de más alta necesidad para poder preservar la Tierra, la nación y la vida. Cobardemente huyen de sus propios países en lugar de colaborar y procurar un orden apropiado para que se pueda trabajar y para construir una nación y una tierra que florezca. Sin embargo, a través de la huida cobarde, esto nunca se podrá lograr, ya sea si se habla sólo de una nación “media” normal, o de una nación que está sometida a una infame dictadura o en un caos profundo. Cada nación necesita a sus ciudadanos, ya que sólo a través de ellos, junto a un liderazgo adecuado, se puede trabajar y lograr una vida digna, una vida civilizada y social, con una economía y una política apropiada, como también con un buen estándar de vida. Si los ciudadanos huyen cobardemente de sus propias tierras en lugar de estar en ellas, vivir en ellas, y si fuera necesario, luchar por ellas, entonces el caos, la miseria, la necesidad y todos los males solo pueden aumentar y volverse inevitables.
Naturalmente existen además aquellos refugiados que realmente son víctimas injustas de la persecución religiosa, la agitación política y la guerra, como también de revoluciones.