Lucha Contra la Superpoblación

Esto a su vez, y naturalmente, no es del agrado de varios segmentos de la población nativa, por lo cual se enciende y emerge el odio hacia los asilados, hacia los extranjeros, como también hacia otras razas, y conduce a la escalada fatal, causando daños materiales y evocando desastres inimaginables.
Con los refugiados aparece también un factor adicional que no debe excluirse, y es que generalmente sólo huyen de sus tierras aquellos refugiados que están en mejor condición económica, los que tienen una pequeña fortuna, ya sea una casa o un terreno, del que puedan obtener algo de dinero y así financiar su huida. Y esta clase de refugiados no son del todo modestos, ya que una vez que están en el país “receptor”, muy a menudo exigen sin vergüenza ni timidez: dinero, vivienda, transporte, mantenimiento, ropa y ayuda social de toda clase, etc. Sin embargo, aquellos en los países de donde vienen los refugiados, aquellos que deben huir de sus hogares natales por la seguridad de sus vidas, no pueden, o sólo en muy raros casos, pueden lograr huir, ya que simple y llanamente no tienen los recursos económicos necesarios y por eso son frecuentemente arrestados, torturados y asesinados. Por lo tanto, generalmente sólo se distinguen como refugiados a los que de alguna forma tienen un capital a su disposición. Especialmente ellos, muy a menudo como regla general, sólo huyen a un país de mejor condición económica y social para poder llevar una vida más placentera de lo que les era posible, ya que en su propio país les costaría mucho esfuerzo y dificultad. Ellos se disfrazan como puros refugiados económicos, etc., en los países “acogedores”, con mentiras y fraudes, con aseveraciones falsas y engaños que en estos casos no corresponden a la verdad, como fugitivos de sus propias tierras natales por razones de persecución religiosa, militar o política etc. A menudo también se presentan refugiados que son algo más que simples criminales, sino criminales de alta peligrosidad, y cometen en las naciones que los acogen sus lucrativos y graves crímenes. También más y más a menudo aparecen refugiados que llegan a países “acogedores” para entonces, en forma no oficial, o hasta oficialmente con el permiso de las autoridades, ocuparse en la acumulación de enormes cantidades de dinero para apoyar económicamente las guerras civiles, las revoluciones, los conflictos de sus países de origen, y comprar armas y otros equipos militares.
Sólo muy pocos refugiados realmente pueden considerarse como tales.