Sobrepoblación 04

El fastidioso problema de la contaminación ambiental suele ser atribuído a los excesos de nuestra moderna sociedad industrial y a la avaricia del sistema capitalista. Si esa aserción se examina más cuidadosamente, se ve que es completamente falsa. Al fin de cuentas, todos estos problemas tienen su origen en la presión causada por el continuo crecimiento de la población, lo cual es obvio tanto en los países occidentales como en los países socialistas y en las naciones del tercer mundo. ...

Hoy en día, que todos saben que ya hay demasiados miembros en la tripulación de nuestra nave espacial, la Tierra, debemos aprender a ver a nuestras antiguas formas de pensar y a las heredadas tradiciones sobre la multiplicación humana con ojos completamente nuevos. ...

En las décadas hasta mediados de este siglo, a la mayoría de nosotros se nos ha escapado con qué velocidad comenzó a levantarse la ola de la población de la Tierra, de modo que - precisamente como una gran ola en el Pacífico - algo muy decisivo debe pasar pronto. ...

Ya previamente hemos señalado que en el problema cada vez más y más urgente del superdesarrollo de hoy, es muy difícil diferenciar entre la causa y el efecto. Esta también es la razón de por qué sólo difícilmente se aísla el elemento culpable de los diversos males de nuestro planeta azul. Adicionalmente, todavía se presentan dos elementos psicológicos más que dificultan mucho el estudio de nuestro problema. Las condiciones que lentamente se empeoran más y mas, no se registran muy bien en la conciencia, pues día a día crecen muy desapercibidamente. Así nos acostumbramos a la pestilencia que crece día tras día en nuestras grandes ciudades y al creciente y fastidioso ruido. ...

Parece que la humanidad todavía carece completamente del reconocimiento de que el crecimiento de la población, a pesar de mayores esfuerzos, debe llevar cada vez más y más hacia el empobrecimiento progresivo.

Hace pocos años atrás, una serie de destacados científicos de la ecología y de la alimentación había hecho la sugerencia que en la India no se debe ayudar más en las hambrunas de ese tipo. Eso suena tan brutal e increíblemente inhumano que uno no puede evitar sino enfurecerse ante esas aserciones. Aunque en realidad, esos expertos han hecho sus sugerencias con el espíritu del amor cristiano al prójimo si uno cuenta el número de personas cuyos sufrimientos han sido aliviados. Si se ayuda a los Hindúes en hambruna, entonces se da a la población de ese subcontinente la posibilidad de sobrevivir y de continuar con su incremento promedio de alrededor de un millón de personas por mes.