Sobrepoblación 03

Por lo tanto, cada persona misma puede planificar correctamente su familia, considerando también su estado económico, sus posibilidades de ingreso, las posibilidades de educación para los hijos, etc.

Lo que cada quien hace es importante, de este a oeste y de norte a sur.

Cuando alguien emprende algo, entonces esto se transmite a las masas, como cuando un grano de maíz produce una espiga que da docenas de nuevas semillas.

Hasta que los gobiernos luchen en contra del problema, ya será demasiado tarde. Los que tienen el poder sólo se asolean en sus puestos - a ellos qué les importa - ellos ya tienen una casa con jardín y suficiente espacio para su propio esparcimiento.

Quizás piensan algunos que las guerras y las epidemias, como el SIDA, reducirían la humanidad, pero eso no es la solución del problema. Mucha gente sufre y pierde a sus amigos, parientes, seres queridos, etc., y todos tienen un importante deber en la vida, que no serán capaces de cumplir porque reina la guerra. La evolución completa del ser humano es bloqueada, ya que cómo quiere uno dedicarse a algo creativo, si uno está poseído sólo por unos cuantos pensamientos: cómo consigo alimento, cómo me protejo, dónde están mis hijos, dónde están mis amigos y vecinos, mi ser amado; problemas que se vuelven imperativos ante todo.

La gente que piensa así, que las guerras y las epidemias podrían reducir la población, se equivocan enormemente. Cuántas guerras han estallado ya sobre la Tierra, trayendo consigo sufrimiento y miseria, pero ninguna reducción de población. Las personas que piensan así, desde mi punto de vista, ya no tienen ni un poquito de amor dentro de sí mismos y no se esmeran tampoco en reflexionar a fondo sobre el problema. ¿Para qué se escriben en realidad los libros de historia? Por una razón: para aprender de ellos.

La única solución para parar la explosión demográfica es que cada uno se restrinja en la procreación, que los matrimonios tengan, por ejemplo, un sólo hijo, y no de cinco a diez, ya que el problema de la sobrepoblación concierne a todos. Así que cada uno también debe dar una contribución para el mejoramiento. Si uno reflexiona sobre todo lo que nos viene si no lo hacemos, entonces esta contribución resulta ser ya muy pequeña.

Una vez que la población se haya reducido, entonces se deberá promulgar una ley, que se deben concebir sólo TRES descendientes por familia, esto es, en los pocos casos en los que se deseen tres hijos. Pero TRES hijos es el número máximo de hijos. Esto es muy decisivo y de gran importancia. Si se hubiese mantenido este número de descendientes, nunca hubiéramos llegado a la sobrepoblación que tenemos hoy en día sobre la Tierra.