Sobrepoblación 03

Para una simple, correcta y segura aplicación de la suspensión de nacimientos por intervalos de tiempo, es absolutamente necesario llegar a un acuerdo uniforme a nivel mundial que exclusivamente el apellido del padre determine el apellido de la familia y también del niño (como era y es el caso con la mayoría de culturas desde tiempos remotos. Esto posibilita determinar fácilmente el árbol genealógico de una persona, para evitar cruzamientos consanguíneos). Esta regulación no tiene el objetivo de inferiorizar o menospreciar a la mujer, pues el hombre y la mujer tienen, en su esencia como seres humanos, absolutamente el mismo valor.

    Variante 1 Variante 2 Otras variantes
  • Año Nº1 = A,B,C,D A,H,Ñ,U •
  • Año Nº2 = E,F,G,H B,I,O,V •
  • Año Nº3 = I,J,K,L C,J,P,W •
  • Año Nº4 = M,N,Ñ,O D,K,Q,X •
  • Año Nº5 = P,Q,R,S E,L,R,Y
  • Año Nº6 = T,U,V,W F,M,S,Z
  • Año Nº7 = X,Y,Z G,N,T

¿Qué puede hacer ahora cada individuo con respecto a las explicaciones y a las medidas antedichas?

Por desgracia, los gobiernos y la mayor parte de los pueblos del mundo, probablemente por aun más tiempo, no reunirán la comprensión ni el valor para tomar por las raíces el problema de la sobrepoblación y realizar una suspensión efectiva de nacimientos (según los preceptos de la FIGU) Por eso, a cada persona sensata y responsable le queda sólo un camino, esto es, aplicar estas medidas en su propia vida privada en la mejor forma posible. Se les llama muy especialmente a todas las personas en posiciones de autoridad y de responsabilidad, que se vuelvan conscientes de su responsabilidad y que trabajen para el entendimiento y crecimiento continuo de estas medidas. Los seres humanos tienen en sus manos la opción qué camino quieren escoger, o uno impuesto (por el hambre, la miseria, las catástrofes, etc.), o uno escogido por sí mismos (mediante el razonamiento y el entendimiento).

Es preciso ahora no dejarse intimidar por los gritos de todos aquellos irrazonables e insensatos que no reconocen o no quieren reconocer la seriedad de la situación, y se entregan al egoísmo o al falso humanitarismo que forzosamente lleva a la ruina. Lamentablemente, muchísimas personas caerán en lo profundo con la misma rama sobre la cual se han sentado y que ellos mismos han cortado.

Cada quien es libre de pensar por sí mismo sobre lo antedicho. Años duros y llenos de privaciones están próximos y en muchas cosas tenemos que cambiar de opinión y asumir restricciones. Pero siempre tengamos claro: actuamos para el bien del planeta, la fauna y la flora, y muy especialmente para el bien de nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos - y así al fin y al cabo para nuestro propio bien.