Sobrepoblación 03

El Problema de la sobrepoblación

Por Edith Beldi, Suiza

Hay demasiadas personas.

Esta es una afirmación basada en hechos.

Nuestro planeta podría albergar sin problema a 529 millones de personas; y toda forma de vida, como las plantas, los animales y gente de toda raza y nación, podría desarrollarse equitativamente.

Pero ya somos 5.9 mil millones de seres humanos que el planeta debe mantener.

Los problemas que resultan de esta realidad, y que seguirán apareciendo para toda la humanidad, no serán nada agradables. Ya lo sentimos en forma de sismos e inundaciones provocados por cambios climáticos, etc., que traen gran sufrimiento para toda la Tierra. La serie de catástrofes ambientales no terminará, ya que la Tierra se defiende a su manera, al igual que cualquier otra forma de vida se defiende cuando es explotada.

El practicar una política basada sólo en tomar sin dar, finalmente no puede llevar a ningún bien. La Tierra debe poder regenerarse, pero esto es una difícil y ya imposible propuesta si está poblada por 5.9 mil millones de seres humanos que naturalmente quieren satisfacer sus necesidades de alimentación, de vestimentas, comodidad, etc., etc., como es el derecho de cada uno de ellos.

Uno tiene que imaginarse: en cada segundo en 1993, nacieron 6 personas, y cinco de estas seis personas nacieron en una nueva miseria, recargando así también a la naturaleza aún más.

El planeta Tierra igualmente es un ser viviente, con derechos y obligaciones que también desea cumplir, pero nosotros, los seres humanos, se lo impedimos porque hemos olvidado nuestros derechos y obligaciones. Nosotros también tenemos deudas con la Tierra, no sólo con nuestro arrendador y nuestro prójimo, y otros. Este importantísimo conocimiento se nos ha olvidado, y sólo una ínfima minoría es capaz de recordarlo vagamente. Lamentablemente, esta minoría no son aquellas personas que poseen el poder de traer esta conciencia nuevamente a la gente. Pero cada uno de nosotros tiene la posibilidad de cambiar su situación y de encaminar sus pensamientos en esta dirección. Cada uno de nosotros puede reflexionar sobre el problema de la sobrepoblación y actuar en consecuencia. Cada persona, por ejemplo, puede ponerse la meta de no casarse antes de los 30 años, y la persona misma puede decidir que en vista de la situación tendrá sólo 2 hijos.