Sobrepoblación 03
La preservación de la especie humana no consiste en la simple multiplicación, como lo pregonan los errados maestros de las religiones terrestres. La preservación de la especie humana está en el cumplimiento de las leyes naturales, un cumplimiento sagrado (controlado), y acogiéndose a las condiciones de espacio dadas por el planeta. Es así también que la ciencia habla de 529 millones de seres humanos, y de no más de 3 descendientes por familia, que podrían subsistir para desarrollarse y desenvolverse como reales seres humanos en forma digna. Estos valores se calculan en base al suelo cultivable y disponible de nuestro planeta. La naturaleza jamás, ni bajo ninguna circunstancia sigue a ninguno de los embrolladores religiosos que se jactan de hacerse llamar pastores, predicadores, misioneros, obispos, cardenales, creyentes o Papas o "fieles", etc., ni a quienes exigen la multiplicación descontrolada del hombre.
Cada persona sensata y de conciencia de este mundo que aún guarda en sí algún sentido de responsabilidad hacia el planeta y hacia la humanidad que éste alberga, sabe de la importancia de un razonable control de natalidad y de la planificación familiar. Por estas razones, nadie querrá tener más hijos de los que podrá alimentar y responsabilizarse - por más que el mundo cristiano se oponga tanto a los anticonceptivos, y considere a tantos niños como se pueda tener, como "regalos de Dios", y no como el producto de sus propios actos sexuales. Sin embargo, la anticoncepción, como método, pertenece tanto al ser humano como su sexualidad, pues hasta el mundo y la naturaleza - presuntamente creados "personalmente" por Dios - impiden y previenen la vida de descendientes cuando por ejemplo, el viento sopla muchas semillas no en suelo fértil, sino sobre rocas, y así las deja morir. Contrariamente a todas las tercas alegaciones de los creyentes cristianos, la naturaleza no exige que cada acto sexual procree un descendiente. De ello resulta una planificación de descendientes encauzada.
El origen de los males y miserias de este mundo se debe al hecho de que el planeta está 10 veces sobrepoblado, aun cuando esta realidad es impugnada por las falsas creencias de los curas, del Papa, de todo el clero y también por el resto de los gritones religiosos y crédulos enajenados, y aun cuando éstos, creyendo al culto, se bloquean tan vehementemente ante la anticoncepción. Cada 2 segundos nacen 12 personas en el mundo. Frente a esto, en esos 2 segundos se produce solamente una muerte. Evidentemente, para estos mandamás de la religión y de la iglesia es mucho más importante el más grande ejército posible de contribuyentes de dinero, que la reducción efectiva de los males del mundo entero y del llamado tercer mundo - una reducción mediante medidas para el control regulado de la natalidad. Es a causa de la paradoja Papal que ante el mundo terrestre ha llegado el momento de abrir los ojos y reconocer los milenios de continuo y consciente embrutecimiento del hombre causado por la cristiandad y sus clérigos, el cual ha mantenido y mantiene al ser humano, mediante la coacción y la opresión, en una sumisión característica de perros.