Sobrepoblación 03
Fructificad y multiplicaos ...
Por Hans Georg Lanzendorfer, Suiza
(Resumen publicado en el diario "Shaffhauser Arbeiter Zeitung" del 21 de Agosto de 1993)
Sobre el tema: Venid y oíd la palabra de Dios ... y otros grandiosos planes misioneros de la cristiandad en tiempos recientes. Además el tema: Sobrepoblación y devoción a cultos.
"Fructificad y multiplicaos, y llenad la Tierra ..." 1. Moisés, capítulo 1, versículo 28 y 1. Moisés, capítulo 9, versículo 1.
¿Un mandamiento de Dios? ¡No! Más bien una extrema e imprudente afirmación de algunos codiciosos del poder e ignorantes escritores bíblicos, o de algún terco o tonto que conscientemente actúa en contra de las leyes de la Creación y no conoce el estado del supuesto "mundo del señor". Este criminal e indefendible mandamiento "divino" del presente, que ordena la simple multiplicación absolutamente descontrolada e imprevisible de seres humanos, y que además todavía es instigado por el Papa y sus partidarios cristianos, debe ser considerado como una masacre de gente y del planeta sin igualdad alguna. Este comportamiento es una destrucción imperdonable del planeta Tierra, así como también una masacre de todos los seres que viven sobre él, las plantas, los animales y la humanidad entera.
De tal explosivo "deseo de Dios" y de la multiplicación descontrolada de la población terrestre que es promovida por las religiones, resulta inexorablemente la despiadada explotación total e inescrupulosa de las materias primas en toda la Tierra. Además, graves necesidades alimenticias son el resultado final; y la contaminación del aire y del medio ambiente, causado por la sobrepoblación, destruye todo espacio natural e indispensable para la vida. El defender o vivir de acuerdo a tal irracional mandamiento "de Dios", que la gente se multiplique incontroladamente, atestigua una estupidez indescriptible, una ignorancia, un falso humanitarismo, una humildad falsa y una miopía religiosa. Además, es una indescriptible presunción sin igual, de designar al poder original - la Creación - como a un "Dios" o de nombrarla "Divina", como también atribuirle tales crueles, humanas y paradójicas características que son propias sólo del ser humano.
Por medio de la irracionalidad y las antinaturales y erradas doctrinas religiosas, la masa de la humanidad ha sido arrastrada al desbordamiento, extendiéndose los limitados y contenibles problemas de una pequeña humanidad sobre una masa sin nombre, anónima y volviéndose incontrolable.