Boletín Especial 13
Por lo tanto consideremos la demencia y la necedad de los habitantes de la Tierra, en su totalidad evolutiva, como una penosa necesidad, y hagámoslo con el optimismo necesario para un día poder voltear la mirada hacia atrás, desde un futuro terrestre armonioso y pacificado, hacia la actual fase de terror como una época pasada de este planeta.
Cuánta razón tienen nuestros amigos pleyadianos que vienen de las vastedades del espacio, cuando ellos deploran como los peores males de nuestro mundo, la política, la creciente sobrepoblación, la corrupción de la economía y las religiones de culto. Un hecho que es confirmado diariamente en los titulares de la prensa.
Es el afán de lucro, las guerras religiosas y los conflictos por las creencias, el odio contra otras razas y extranjeros, la intolerancia y la desunión entre las personas, así como las disputas por creencias en falsas ideologías, la creencia ciega y sus promovedores y sus ideólogos quienes convulsionan a nuestro mundo.
Desde hace cuatro mil millones de años esta joya azul terrestre sigue su sendero, con cuerpo firme, y se refleja el sol en las aguas de este tan pequeño e insignificante mundo en alguna parte del infinito espacio cósmico. Pero para las vidas inteligentes procedentes del universo que son ajenas a este planeta, bajo su atmósfera azul acecha un peligro grande y amenazante. Y así comienza también para el ser humano terrestre cada nuevo día, con una mirada a los titulares de la prensa y los medios de comunicación, con la usual demencia terrestre y los aullantes gritos de guerra. “¿Quo vadis humanitas?”(¿A dónde vas humanidad?) con todos tus problemas, dificultades, conflictos, guerras y pleitos que tú mismo penosamente creas a diario continuamente?
¡Qué es esto para una humanidad enferma, superpoblada, asesina, belicosa, ciega e irrespetuosa que habita este mundo, sin veneración ni respeto para ningún tipo de vida! Todo esto es para las formas de vida e inteligencias extraterrestres entendidas, sabias y razonables, un modo de vivir ilógico e incomprensible. Para muchos de ellos esto es suficiente razón para evitar este planeta y solo regresar en unos cientos de años.