Boletín Especial 13

Extracto de la conversación en el contacto 235, Sábado 31 Diciembre de 1988.

Billy: Los beligerantes norteamericanos también mataron en varios otros países alrededor del mundo donde se inmiscuyeron en forma autoritaria y como si fueran policía mundial, y así sembraron mucha necesidad, miseria, dolor, y también destrucción. Y a mi juicio lo seguirán haciendo también con completa irresponsabilidad, actuando con la intención de apropiarse del mundo y de todos sus recursos y ciertamente importándoles poco cuantas personas sean asesinadas como resultado de ello y cuán grandes destrucciones deban ser realizadas. Sin embargo, quisiera añadir a esto que: Si bien hablo de Norteamérica y de los norteamericanos, me refiero solo y únicamente a los criminales y a los gobernantes que son completamente irresponsables, a sus consejeros y seguidores entre el pueblo y a los órganos que ejecutan las ordenes y a las fuerzas que traen al mundo la muerte, la perdición, la destrucción, la pena, el dolor y la miseria. Por lo tanto no hablo del muy bonito país norteamericano ni tampoco en especial de aquellos norteamericanos que no están de acuerdo con aquellos que buscan o dan la orden para la guerra, o con aquellos que como instrumentos descarriados, irresponsables, adeptos, criminales o incluso fanáticos, traen la muerte, la perdición y la destrucción.

Quetzal: Con esto esta la razón de tu parte, que Norteamérica puede y continuará haciéndolo de la misma forma, porque las naciones y los responsables de cada país del mundo no reconocen o no quieren reconocer la verdad sobre las ansias de dominio mundial de Norteamérica. A menudo, por miedo y cobardía, quieren ver que Norteamérica sea un fuerte socio a su lado, que los ayude en caso de necesidad. Así se vende sucesivamente a Norteamérica nación por nación y pueblo por pueblo, de modo que en forma lenta pero incontenible, éste puede realizar sus planes de dominio mundial.

Guerra Mundial – Conflagración Mundial

Desde hace tiempo se habla de una tercera conflagración mundial, sobre lo que se puede decir que se puede tratar tanto de una efectiva tercera guerra mundial, como también de una conflagración mundial en el sentido de la sobrepoblación, en el sentido de la cada vez más creciente destrucción económica y política con todo el colapso de firmas y compañías, de la falta de trabajo a nivel mundial, de la criminalidad, de la delincuencia, de la prostitución cada vez más desbordante, la pedofilia y las violaciones, asesinatos y homicidios, de la guerra, del terror y la destrucción de los matrimonios y de las familias, la avaricia por parte de jefes y grupos empresariales y muchas otras personas, del odio, de la adicción a drogas y alcohol, del racismo y de la locura de las sectas, del fanatismo religioso y político y el extremismo, de la indiferencia ante el prójimo, ante los animales y plantas y todas las demás formas de vida, de la destrucción de la naturaleza y de la atmósfera y de las aguas, de la exterminación de formas de vida acuáticas y animales entre otras, etc. etc.
Los males no tienen fin como para enumerarlos todos.