La Misión
- ¿Qué papel juega la Creación en nuestra vida y en todas las otras formas de vida?
Para los seres humanos y todas las otras formas de vida, la Creación tiene un enorme significado, ya que cada forma de vida lleva dentro de sí misma una minúscula parte de la Creación, que es lo que realmente vivifica la forma de vida. Sin esta minúscula partícula del espíritu de la Creación dentro de sí, ninguna forma de vida podría vivir, pues este espíritu de la Creación es la energía real y fundamental de la vida. Esta energía, a su vez, depende de la energía total de la misma Creación, la cual emite a través de todo el Universo una forma de energía muy fina, la llamada Energía Vital Cósmica, la cual es absorbida por todas las minúsculas partículas de espíritu de la Creación, vivificándolas de esa manera. Por esto, se podría considerar a esta Energía Vital Cósmica, como un “alimento creador”, por así decirlo, que vivifica a todas las partículas del espíritu de la Creación dentro de todas las formas de vida. De este modo, toda forma de vida depende de la Creación, aunque a pesar de esto, no parte ninguna prescripción de ella, como por ejemplo, de cómo un ser humano debe formar y desarrollar su vida. La Creación sólo establece, mediante sus leyes y mandamientos, la meta de la evolución y todas las condiciones relacionadas que la enmarcan. La meta es que el ser humano evolucione y se desarrolle altamente en su espíritu y su conciencia hasta llegar a su relativa perfección posible, para un día entrar y unirse a la Creación, evolucionando también ella misma de esta manera.
La Creación no da ninguna orden a ninguna forma de vida, de modo que cada una puede vivir, decidir y desarrollarse según su propio criterio. No obstante, se han dado leyes y mandamientos que dicen que una determinada forma de vivir trae como consecuencia un determinado resultado, de acuerdo a la ley de la causalidad, según la cual una causa determinada trae un efecto determinado. Además, está dado por la Creación y por la naturaleza que toda forma de vida pueda vivir como desee, que ella misma decida sobre ello, y que de una forma u otra se adapte a las leyes y mandamientos. De este modo se produce un efecto muy determinado según cómo una forma de vida conduzca, viva y desarrolle su vida, lo cual es responsabilidad, en todos los aspectos, de la forma de vida correspondiente, especialmente el ser humano.
Las leyes y los mandamientos de la Creación/Naturaleza se basan en factores positivos y negativos, y consecuentemente, todo en el universo entero está sujeto a este sistema. Y puesto que la misma Creación, que también se la puede llamar naturaleza, no da ninguna orden de cómo una forma de vida debe vivir, decidir o desarrollarse, entonces la responsabilidad está en las manos de la forma de vida correspondiente, así también con el ser humano. Por lo tanto, cada ser humano decide por sí mismo si quiere seguir las leyes y los mandamientos de la Creación/Naturaleza, de modo que le traigan utilidad y progreso, o si quiere infringirlas y sufrir perjuicios. Esto quiere decir también que la Creación no tiene ninguna responsabilidad por ninguna acción del ser humano, sino que él solo, siempre y continuamente, es el responsable, sin importar lo que él piense, sienta e idee, y sin importar lo que él haga o emprenda.