La verdad acerca de Billy Meier - “UFO-Billy”

Michael Hesemann y presentadas a Billy en forma escrita, que fueron tomadas por nosotros, igualmente sin cambios, y respondidas por Billy.
Al presentar las preguntas de la entrevista, Michael Hesemann nos aseguró que éstas y las respuestas correspondientes se publicarían en su plena extensión en la revista “Magazin 2000”, lo que sin embargo, no ha sucedido aún hasta la fecha de terminación del presente libreto, a principios de febrero de 1989.
La redacción de La Era de Acuario.

Camino y Meta de la Evolución Humana

Por Bernadette Brand/Billy
De acuerdo a una vieja sabiduría de la India, el ser humano debe esforzarse durante un tiempo infinitamente largo para alcanzar la perfección (unificación con la Creación), y su alma (forma espiritual) debe reencarnar durante tanto tiempo hasta que el alma individual (forma espiritual individual del ser humano) se aúna con el alma cósmica (la Creación), así como una gota se disuelve en un lago y se unifica con la masa total.
Y una antigua leyenda de la India narra lo siguiente:
A un hombre santo que durante decenas de años pasaba su tiempo en estricta meditación y ascetismo (profundización y privaciones) debajo de un árbol gigantesco, con abundantes hojas, un día se le apareció Narada, el vidente de dioses, explicándole al asceta que le concedía un deseo.
“Entonces quisiera saber” le pidió el asceta “cuántas vidas he de pasar aún de esta manera”.
“Mira el árbol arriba” le dijo Narada, “y cuenta sus hojas; cuantas hojas tenga el árbol, tantas vidas tendrás que pasar aún en estrictísimo ascetismo y meditación antes de lograr la perfección”.
Entonces el asceta se levantó de un salto, dio vueltas de alegría, gritando:
-¿Qué!? ¿¡Sólo tan pocas!?
Estas dos narraciones hablan del tiempo infinitamente largo durante el cual el ser humano debe continuar perfeccionándose aún más, hasta que su ente espiritual esté tan avanzado y perfeccionado en su formación, que pueda unificarse con la Creación. En promedio total, para todos los seres humanos de nuestro universo, este proceso de desarrollo, desde la primera encarnación de una forma espiritual hasta su perfección, dura muchos billones de años, considerando que sólo la espiritualización del cuerpo humano físico hacia la pura forma espiritual precisa de entre 60 y 80 mil millones de años terrestres, que deben atravesarse, experimentarse y vivirse de manera evolutiva en diferentes planetas. Este es un lapso de tiempo que para la capacidad de entendimiento del ser humano terrestre actual ya es equiparable con el término “eternidad”. Durante este tiempo inmensurablemente largo, a través de la ley de la reencarnación, sigue una vida tras otra y encarnación tras encarnación, en un ritmo establecido con precisión y de acuerdo a las inmutables leyes y mandamientos creacionales.