LA FIGU EN POCAS PALABRAS
- Nosotros no tenemos ningún “apóstol principal” o bien cualquier otra persona que actúe como representante de un dios, de una santidad o bien de la Creación. Cada persona es responsable por sí misma de toda y cada una de sus actividades, de sus actos y de su vida, sin que existiera sobre él un dios, una santidad o la Creación que le diga lo que es bueno, correcto, positivo, o bien, malo, falso o negativo.
- No practicamos ninguna “santa consagración”, por lo tanto nos distanciamos de las bendiciones (“deseadas por dios”) de tipo culto-religiosas.
- No practicamos ningún bautizo (“expulsión del diablo”).
- No celebramos servicios religiosos o de comunión (la cual según la religión cristiana supuestamente deben recibir sólo los “benditos”).
- No tenemos dogmas o doctrinas ni tampoco vivimos según tales cosas.
- No enseñamos ninguna redención de pecados, sino que enseñamos que cada ser humano debe vivir siendo responsable de sí mismo y por sí mismo y siguiendo las leyes y los mandamientos naturales creacionales.
- Nosotros rechazamos la enseñanza errónea y culto-religiosa del pecado y de la expiación, pues está establecido por la evolución que ninguna persona está libre de fallas, y por lo tanto, cada uno debe aprender en cada una de sus vidas. Sin embargo, aprender significa cometer faltas que deben reconocerse y eliminarse para que se produzca un progreso. Por lo tanto es erróneo que cuando se cometen faltas (pecados) éstas se deban liquidar mediante un castigo (una pena o expiación), ya sea ahora en el presente o bien en otra vida (= Juicio de dios / Karma, etc.). (Transgresiones contra leyes penales no son simples fallas sino actos penalizados según leyes humanas.)
- No somos ningún culto y ninguna secta, ni tenemos una mentalidad misionera ni conocemos ninguna estrechez de conciencia en nuestras filas ni estamos atrapados en el fanatismo.
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