Haarp

Todo esto, sin embargo, es sólo un lado de la técnica HAARP, pues igualmente son alarmantes las posibles consecuencias secundarias que se deben tomar en cuenta. El hecho es que hasta el momento ningún ser humano sabe cómo reacciona la ionosfera al ser abollada con radiaciones energéticas. Hay que considerar que la ionosfera es muy sensible. Junto con la capa de ozono, ella protege la Tierra y a toda vida de la mortal radiación cósmica. Bien se puede pensar que la radiación energética adicional del HAARP no solamente podría perturbar este sensible sistema, sino que también lo podría destruir, también por supuesto a la capa de ozono.

Naturalmente, los militares y sus científicos no quieren ver los peligros, suponiendo simplemente que no pasará nada, por lo que simplemente continúan a pesar de las voces de advertencia. En el año 2003, supuestamente habrán 180 antenas que introducirán esta locura, aunque ya se practican pruebas con unas 60 antenas terminadas.

Frente a las montañas de Alaska, se construye un bosque de antenas para crear una zona de pruebas para la guerra de radiaciones. La función sería como sigue: sobre la capa de ozono está la sensible ionosfera. La misma se trata de una capa gaseosa enriquecida de partículas eléctricas – iones. HAARP, como calentador de la ionosfera, usa sus antenas para disparar haces de radioondas de alta frecuencia hacia determinadas áreas de la ionosfera, produciendo nubes abolladas artificiales de iones que trabajan como lentes. Las mismas entonces reflejan las ondas ELF a una frecuencia extremadamente baja. Entonces, por ejemplo, éstas pueden localizar objetos voladores y pueden ser utilizadas para otros propósitos perturbadores, así como letales, y pueden ser dirigidas también hacia otras zonas de la superficie terrestre de acuerdo al ángulo de disparo de las radioondas a través de los lentes de iones.

Hace ya mucho tiempo que Marte perdió su atmósfera, y ahora lo mismo puede amenazar a la Tierra gracias a la irresponsabilidad y la demencia de los norteamericanos quienes también son responsables por la demencia más destructora de la segunda guerra mundial – la bomba nuclear. El gobierno de los EU hasta rechaza esto, diciendo que HAARP se trata de una institución puramente científica, aunque detrás del proyecto se esconde en realidad una gigantesca arma de radiación que es un nuevo y gigantesco potencial militar que puede representar para el planeta entero y todas sus formas de vida, un enorme potencial de peligros.