Haarp

Cita del Boletín de la FIGU No. 13 Enero de 1998

Pregunta de un lector:

HAARP: Esta es la abreviación de un objeto militar norteamericano, con el que se influye la ionosfera mediante gigantescos campos de antenas en Alaska. Los norteamericanos, hipócritamente dicen que están haciendo observaciones de la corteza terrestre. Sin embargo, residentes cercanos a las instalaciones de antenas contestan con preocupación que la verdadera meta es la manipulación global del clima. Sabes algo acerca de esto?
Franco Chelini/Suiza

Respuesta:
HAARP es la abreviación de "High Frecuency Active Auroral Research Program", en español: "Programa de Investigación en Alta Frecuencia de Auroras Activas". Detrás de esto se esconde un proyecto de los norteamericanos que puede provocar una catástrofe mayor para la humanidad que la construcción de la bomba atómica. En realidad, con HAARP se está construyendo una instalación de pruebas con la que se puede llevar a cabo una batalla de ciencia ficción. Se trata de un experimento francamente demente, pues se planea disparar rayos energéticos hacia el cielo, usando la gigantesca instalación de antenas que se esconde detrás de la inofensiva denominación HAARP.

Los rayos de energía son reflejados por la ionosfera como ondas eléctricas de frecuencia extremadamente baja (ELF – siglas en inglés), convirtiéndose estas ondas en una arma insidiosa:

  1. Las ondas ELF penetran en los cerebros de los seres humanos y los animales, por lo que las víctimas no solamente son inhabilitadas y los seres humanos también son puestos fuera de combate, sino que también caen víctimas de la demencia. Para los militares, las ondas ELF son igualmente útiles en otras cosas, puesto que incluso penetran muros de piedra y de acero, etc.
  2. Las ondas ELF mejoran la comunicación por radio, aún por los refugios más gruesos y en submarinos nucleares, etc.
  3. Las ondas ELF también penetran la tierra y así pueden detectarse refugios escondidos.
  4. Las ondas ELF además pueden detectar y también localizar misiles y aviones, así como otros cuerpos voladores, también detrás de la curvatura de la tierra.
  5. Las ondas ELF son tales que pueden bloquear todo lo electrónico y la radiocomunicación del adversario.

Todo esto, sin embargo, es sólo un lado de la técnica HAARP, pues igualmente son alarmantes las posibles consecuencias secundarias que se deben tomar en cuenta. El hecho es que hasta el momento ningún ser humano sabe cómo reacciona la ionosfera al ser abollada con radiaciones energéticas. Hay que considerar que la ionosfera es muy sensible. Junto con la capa de ozono, ella protege la Tierra y a toda vida de la mortal radiación cósmica. Bien se puede pensar que la radiación energética adicional del HAARP no solamente podría perturbar este sensible sistema, sino que también lo podría destruir, también por supuesto a la capa de ozono.

Naturalmente, los militares y sus científicos no quieren ver los peligros, suponiendo simplemente que no pasará nada, por lo que simplemente continúan a pesar de las voces de advertencia. En el año 2003, supuestamente habrán 180 antenas que introducirán esta locura, aunque ya se practican pruebas con unas 60 antenas terminadas.

Frente a las montañas de Alaska, se construye un bosque de antenas para crear una zona de pruebas para la guerra de radiaciones. La función sería como sigue: sobre la capa de ozono está la sensible ionosfera. La misma se trata de una capa gaseosa enriquecida de partículas eléctricas – iones. HAARP, como calentador de la ionosfera, usa sus antenas para disparar haces de radioondas de alta frecuencia hacia determinadas áreas de la ionosfera, produciendo nubes abolladas artificiales de iones que trabajan como lentes. Las mismas entonces reflejan las ondas ELF a una frecuencia extremadamente baja. Entonces, por ejemplo, éstas pueden localizar objetos voladores y pueden ser utilizadas para otros propósitos perturbadores, así como letales, y pueden ser dirigidas también hacia otras zonas de la superficie terrestre de acuerdo al ángulo de disparo de las radioondas a través de los lentes de iones.

Hace ya mucho tiempo que Marte perdió su atmósfera, y ahora lo mismo puede amenazar a la Tierra gracias a la irresponsabilidad y la demencia de los norteamericanos quienes también son responsables por la demencia más destructora de la segunda guerra mundial – la bomba nuclear. El gobierno de los EU hasta rechaza esto, diciendo que HAARP se trata de una institución puramente científica, aunque detrás del proyecto se esconde en realidad una gigantesca arma de radiación que es un nuevo y gigantesco potencial militar que puede representar para el planeta entero y todas sus formas de vida, un enorme potencial de peligros.

Por razones de seguridad, el obligado estudio sobre el medio ambiente de HAARP menciona "cambios de la ionosfera" que entre otras cosas, pueden influir también la capa de ozono, pero es notorio que este estudio no es elaborado por la autoridad del medio ambiente en los EU, sino por la Fuerza Aérea y la Marina misma.

En realidad, no es necesario preguntar por qué un estado como EU quiere romper a disparos la capa de ozono y la ionosfera, si se conoce la manera de pensar de todos aquellos quienes siempre quieren ser los más grandes y los más poderosos – lo que naturalmente no es culpa de aquellos norteamericanos que están contra ello, teniendo convicciones humanas positivas, como tampoco del hecho de que ciertos elementos, en forma asquerosa, estén al mando o que en el mismo marco griten hurra en apoyo.

Sin embargo, hay que preguntarse por qué, sabiendo el riesgo, se ejecuta una incontrolable reacción en cadena en la capa de ozono y en la ionosfera. Probablemente se puede contestar la pregunta diciendo que para los militares y las grandes y pequeñas empresas involucradas, so determinantes, por un lado, la creación de empleos y en segundo lugar, las posibilidades de uso del HAARP también, así como el dinero que entra en circulación, y no en última instancia, el poder ligado a ello.

Con HAARP se pueden liberar fuerzas contra las que hasta ahora ningún adversario potencial se podría oponer con nada siquiera remotamente equivalente. Hasta ahora, en cualquier escenario de ataque nuclear, los artefactos nucleares eran detonados a gran altura, con un alto EMP (Pulso Electromagnético). Con HAARP como arma, este efecto se logra también, pero sin la energía radiante del átomo. HAARP aún es capaz de mucho más, ya que puede observar profundamente hacia el interior de la Tierra, para por ejemplo encontrar también yacimientos de petróleo, ó para, como ya se explicó, localizar refugios secretos. El hecho de que ciertas radiaciones no solo pueden poner en peligro a seres humanos, animales y plantas, sino que pueden ser mortales, es simplemente aceptado sin consideraciones.

HAARP puede ser empleado como un super-radar, pudiendo igualmente destruir objetos voladores en marcha, pero esto no justifica que se juegue con la vida de la humanidad, así como de las plantas y de los animales y de los animales y con la existencia del planeta. Sin embargo, esto no les importa a los militares y las grandes empresas, ni a los responsables del gobierno de los EU. Muy al contrario, les causa alegría no violar los ceses de pruebas nucleares (que de todos modos no son respetados por los estados, o sólo por pocos), ni los tratos de sistemas antibalísticos o tratos de desarme. También se alegran de que, por lo menos hasta hoy, sus acciones criminales todavía no han llamado mucho la atención del público a nivel mundial, porque hasta el momento todavía han sido casi totalmente silenciosas – aunque también porque el pueblo no se preocupa de ello en absoluto.

Las guerras de cañones de radiación y de microondas están a punto de ser realidad. Sin embargo, el ser de la Tierra no puede darse el lujo de perder ni la capa de ozono, ni ninguna otra capa que rodee la Tierra – ni mucho menos la vida propia y la de las plantas y animales. El hombre terrestre no puede darse el lujo de perforar la atmósfera con gigawatts, abollando las diversas esferas, o perturbarlas en su harmonía o hasta destruirlas. Como mínimo, con esta demencia se infligen heridas que no pueden sanar nunca más, poniendo así en peligro toda vida terrestre, tal vez para siempre.

En el presente, la instalación todavía es probada a baja potencia, aunque el clima mundial ya está presentando perturbaciones que ya no se pueden pasar por alto. A pesar de todo, estos hechos no les preocupa de ninguna manera a los responsables de HAARP ni a sus cómplices, quienes incluso niegan que las catástrofes mundiales tuvieran algo que ver con los peligrosos experimentos, contra lo cual, sin embargo, los pleyanos/pleyaranos declaran que en efecto sí existen nexos – como también con relación a la contaminación ambiental, la destrucción del clima y del ambiente que provocan inundaciones, erupciones volcánicas, temblores y tormentas, que se producen también por las presentes y aún pequeñas pruebas del HAARP.

Desde hace tiempo ya, se exhorta a los pilotos que esquiven la instalación a una distancia amplia, y en el tiempo que ha transcurrido, la instalación quizás ya está trabajando a plena potencia o lo estará en el año 1998. Sólo un gigawatt es suficiente para quemar un hueco en la ionosfera, pero la potencia final de la instalación, respectivamente el cañón de radiación, se supone que debe ser aumentada a 100 gigawatts; eso es 100 mil millones de watts. El hecho es que la nueva arma de radiación influencia y lesiona, tanto a la conciencia de los seres humanos y de los animales, como también todo bien de todos los animales y por supuesto también de los seres humanos, muy aparte del hecho de que todo el campo energético de la Tierra, que es altamente sensible, puede ser manipulado hasta producirse un salto en los polos.

Hay muchas posibilidades peligrosas, destructivas y mortales que pueden manifestarse al bombardear la ionosfera. A pesar de esto, los responsables de HAARP no piensan nada al respecto. Como resultado, se realiza sin escrúpulos el programa secreto de armamento, bombardeando la capa de ozono y calentando la ionosfera.

Fue en 1945, en los Estados Unidos de América, cuando por encargo del gobierno de los EU y de los militares de los EU, los científicos detonaron la primera bomba nuclear de la era moderna. Y de acuerdo a lo que ellos confesaron sólo más tarde, no sabían de antemano lo que ocurriría realmente y si tal vez se provocaría una reacción nuclear en cadena y posiblemente se quemaría toda la atmósfera terrestre o incluso el planeta. Y como en aquel tiempo de la prueba nuclear, también hoy las posibilidades son 50:50 con el HAARP. También hoy se realiza el experimento con estas probabilidades, como cuando detonaron la bomba en 1945. Si bien es cierto que los peores temores de aquel tiempo no se hicieron realidad porque esa vez "todo salió bien", sí surgieron del experimento otros escenarios igualmente horribles cuando se construyeron nuevas bombas que fueron lanzadas sobre áreas pobladas, matando a cientos de miles de seres humanos, mutilando incontables personas con las quemaduras y convirtiendo a muchos de los descendientes de las víctimas contaminadas radioactivamente más en monstruos que en seres humanos.

Además, enormes áreas se contaminaron de radiación, haciéndolas inhabitables por decenas de miles de años. La contaminación se produjo, tanto por pruebas de bombas nucleares, como también por el uso comercial de la bomba nuclear. Sin embargo esto no bastó, puesto que el material nuclear utilizado pacíficamente también ha cobrado desde ese entonces incontables víctimas humanas en todo el mundo, es decir, mediante la contaminación de la radiación nuclear que resulta de accidentes, falta de cuidado y crímenes. Y justo con respecto al último punto, los norteamericanos están otra vez a la cabeza, puesto que los responsables de ese estado (que lamentablemente no es el único) realizaron en forma criminal experimentos secretos con emisiones radiactivas, medicamentos radioactivos, etc. usando miles de personas inocentes, poblados y enteras ciudades pequeñas. Estos sí son hechos que han llegado al conocimiento público, al menos parcialmente, aunque por un lado, ni con mucho ha sido descubierto todo, y por otro lado, son tan inhumanos que uno debe preguntarse si ellos mismos, los responsables y partidarios de estas maquinaciones, fueron y son humanos o solo son tremendos monstruos sanguinarios e irresponsables.

Ahora bien, con la bomba nuclear que fue y es utilizada para fines bélicos y comerciales, y con toda la demás utilización dizque pacífica de la energía nuclear, se han ocasionado en toda la Tierra daños irreparables e infinitas penas y desgracias – y siguen siendo ocasionadas aún hoy. Y sin embargo, los norteamericanos continúan, y ahora tienen en planeación completamente secreta un nuevo crimen contra la humanidad – una serie de pruebas altamente explosivas para el venir de un nuevo sistema futurista, destructor y letal que puede ser igualmente destructor y mortal para el planeta entero y para todas sus formas de vida, entre las cuales, como se sabe, también cuenta el ser humano. El desenlace y las consecuencias a largo plazo de esta demencia son tan inciertas como en aquel tiempo, cuando fue detonada la primera bomba nuclear en 1945. Sí hay científicos aterrados ante esto que no tienen nada que ver con el asunto y opinan que nuevamente toda la vida terrestre en su forma presente, así como la existencia entera del planeta, está en juego debido al afán de poder del ser terrestre y en particular de los militares de los EU y los responsables del gobierno de los EU.

Entre todos aquellos científicos que aún están conscientes de su responsabilidad, el HAARP representa una de las más grandes amenazas para la capa de ozono, aunque esto es sólo una de muchas otras influencias que HAARP puede provocar también en otras esferas y sobre la Tierra, así como entre todas la formas de vida. Las posibilidades se extienden desde el cáncer de la piel hasta el desplazamiento de las zonas climáticas, desde tremendas tormentas y catástrofes de sequía hasta inundaciones, temblores y erupciones volcánicas. Aunque todas estas cosas ya pertenecen a lo cotidiano y son provocadas por la locura de la sobrepoblación y sus consecuencias, como por ejemplo gracias a la destrucción del medio ambiente y la contaminación ambiental y el resultante efecto invernadero, los desplazamientos de peso de la capa superior de la Tierra, etc. etc. Desde hace ya bastante tiempo, las continuas pruebas del HAARP tienen la culpa de ocasionar alteraciones del clima, y así causar temblores, erupciones volcánicas y tormentas diluviales, y catástrofes ambientales a nivel mundial, lo cual naturalmente es negado por los responsables del HAARP, a lo que sin embargo, los pleyianos/pleyarianos declaran que efectivamente es así y que HAARP, a largo plazo, ocasiona tantos daños, penas, miseria, necesidades, devastación y destrucción, que una reestabilización de toda la naturaleza y de toda vida ya no será posible, porque se producen efectos a largo plazo que sin excepción influyen todo tan negativamente, que no permiten ninguna regeneración.

Desde hace bastante tiempo se lleva a cabo una cacería a nivel mundial de los destructores del ozono, como el FCHC (Fluor-cloruro-hidro-carburos), lo que es muy correcto. No obstante, los norteamericanos transversan en muchos aspectos de la protección del medio ambiente, como también con respecto al apoyo y la conservación de la vida en lo general, como se comprueba tan sólo con la pena de muerte, que es saludada por muchos norteamericanos con júbilo, como algo maravilloso, y aplicada sin merced. Y así como ellos, los responsables de los EU y sus partidarios se comportan prepotentemente en estas cosas, así también lo hacen con su nuevo sistema de armamento HAARP, pasando por encima de todas la cabezas de la humanidad, para disparar y hacer peligrosos agujeros en la sensible ionosfera, poniendo en peligro a toda vida sobre la Tierra.

Simplemente se toman el derecho de decidir sobre ello y de creer que nada va por encima de su condenada locura por el poder y su delirio de grandeza.

Por medio del HAARP, la ionosfera es dañada y es parcialmente fundida, lo que provoca el peligro que la radiación cósmica pueda entrar sin obstáculos. Sólo esto ya es testimonio que el HAARP es un proyecto irresponsable. Sin embargo, la locura ya tiene una historia que por lo general se le oculta al pueblo. Ya en 1958, fueron detonadas en el espacio tres bombas atómicas para así influir el clima. Después de esa locura, pasaron apenas dos años, hasta que como consecuencia se presentaron toda una serie de catástrofes climáticas. En 1961, llegaron a disparar en la ionosfera 350.000 agujas de cobre de 2 a 4 centímetros de largo, después de lo cual la Tierra se vengó de tal modo que en Alaska se produjo un temblor de 8.5 grados y en Chile, una gran parte de la costa se deslizó al mar. Luego, en 1963, los norteamericanos y la URSS, detonaron en la estratosfera bombas atómicas de 300 megatones, rompiendo gigantescos agujeros en la capa de ozono. Y éstas son sólo unas pocas de las maquinaciones criminales contra la humanidad por parte de los norteamericanos y de la antigua Unión Soviética, ya que en realidad, varias docenas de tales crímenes corren por la cuenta de los norteamericanos y de los rusos, así como de los franceses, israelíes, chinos y otros que jalan de la misma cuerda.

Lo que puede venir ahora con HAARP puede ser aún mucho peor que todo lo que ha ocurrido hasta ahora. El peligro amenaza desde Alaska, a 320 kilómetros al noreste de Anchorage. En la soledad del lugar surge un bosque de antenas compuesto de 360 postes de 24 metros de altura, con el cual los militares quieren lanzar rayos de alta frecuencia a la ionosfera (y ya lo están haciendo en forma de prueba desde hace ya bastante tiempo, produciendo ya extensas catástrofes climáticas y tormentas, así como temblores y erupciones volcánicas), para calentar el cinturón protector y desplazarlo parcialmente. De esa manera se queman gigantescos "lentes" en la ionosfera, para que entonces los rayos, ahora haces concentrados, sean reflejados hacia la Tierra. Los fundamentos científicos del HAARP fueron creados por el irresponsable alumno de Tesla, Bernard Eastlund, quien ya en 1985, sacó la patente sobre su trabajo bajo el amenazante nombre: "Método y aparato para la alteración de un área de la atmósfera, ionosfera y/o magnetosfera de la Tierra".

Un proyecto que significa un vandalismo global, porque de esa manera se lanzan gigantescas cantidades de energía, en potencia de gigawatts, hacia las esferas superiores de la Tierra, con lo que no se puede calcular de ninguna manera lo que pasará en un futuro próximo o lejano con la Tierra y todas sus formas de vida, los seres humanos, los animales y las plantas.

Pocos años después de su invento, por falta de dinero, Eastlund perdió el control de su patente, explicando al respecto que la instalación de antenas en construcción en Alaska se trata de una gigantesca arma de radiación que no sólo podía destruir todas las redes de comunicación, sino también misiles, aviones y satélites y que podía hacer aún mucho más. Dijo entre otras cosas que los efectos secundarios, intencionados o no intencionados, son también las catástrofes climáticas en toda la Tierra o en partes de la misma, como también la penetración de la mortal radiación cósmica en forma inprotegible, hacia ciertas áreas de la Tierra determinadas por militares y responsables del gobierno, etc.

Billy