Nombres y conceptos pleyarianos

Esto también tiene su explicación con los diminutivos, los que a veces se cambian a lo negativo, como por ejemplo en el peor de los casos con el nombre Andrés, o bien Andreas, cuando se lo acorta en “Andi”, lo cual significa “perro sucio”, o bien, “perro guarro”.

Respecto al término Pleyaren, según mi opinión es lo mismo, o sea que Pleyaren no se debe nombrar de otra manera sino sólo Pleyaren. Pero aún una pregunta con respecto a la situación climática, pues me lo han preguntado. ¿Qué se dará próximamente?
Ptaah: Lo que dices corresponde a lo correcto y también lo concerniente al término Pleyaren; nuestro sistema se nombra así igualmente según un muy antiguo dialecto del antiguo lirano. “Ple” significa (aproximadamente) “Ley del siete” y “Jaren” es equiparable a “Ley”.
Como habitantes de este sistema nosotros somos “plejaren”, sólo que en relación a individuos se cambia la N al final del término, o se suprime la N, por lo tanto una mujer es una “plejara” (pronunciada “pleyara” en Español) y un hombre es un “plejare”. El término “Plejaren” tiene el valor de “Ley del siete”, mientras que en el caso de la denominación “Plejara”, el “Jara” equivale a “habitante” (femenino) y es por lo tanto “habitante (femenino) de la ley del siete” y en el caso de “Plejare” la segunda parte de la palabra “jare” es “habitante” (masculino), por lo que el término completo es “habitante (masculino) de la ley del siete”.

Si se pronunciara el final del término “plejare” con la I se produciría el valor negativo de “destrucción”. Los cambios en la pronunciación también producen valores negativos en los términos Plejaren y plejare. Si el término se pronuncia falsamente con una I al final, es decir, “Plejari”, entonces se le añade el valor de “destrucción” a la parte de la palabra “jari”, como consecuencia se produce el valor negativo de “destrucción de la ley siete” ...