Lucha Contra la Superpoblación

El humano de la Tierra actúa y piensa muy a menudo de forma totalmente ilógica, y por eso busca, contra todo sentido común, concebir e implantar nuevos males para erradicar un mal anterior. Falta de lógica en todo sentido.
Cuando el ser humano ve reducidas las fuentes energéticas, él simplemente planea y construye nuevas centrales atómicas, plantas térmicas, de combustión de derivados de petróleo o de carbón, o centrales hidroeléctricas de más capacidad, sin importar que justamente a raíz de las centrales atómicas, térmicas o de combustión de derivados de petróleo o carbón, crece desmesuradamente la contaminación ambiental, al mismo tiempo que la radiación nuclear que emiten las centrales atómicas, pone en peligro a toda vida sobre el planeta. Aparte de que en su conclusión, después de 3 a 7 años de construcción, estas nuevas fuentes energéticas ya resultan ser en parte anticuadas y de rendimiento insuficiente como para poder abastecer la nueva demanda energética requerida; efectivamente, durante el período de construcción, el descontrol de la natalidad, o sea la superpoblación, no ha parado, sino que ha seguido creciendo incesantemente aún más. Varios cientos de millones de seres humanos nacen en todo el mundo mientras se realiza la construcción de una central energética - y naturalmente todos estos millones de nuevos seres también necesitan energía. Esto claramente demuestra que el incremento descontrolado de la población mundial implica a su vez un aumento sustancial en la necesidad de energía. De esta manera, la Tierra debe explotarse cada vez más y más rápidamente; deben instalarse y ponerse en funcionamiento más centrales atómicas, como también otras formas de producir energía que contribuyen a que el medio ambiente y toda vida padezca continuamente un peligro y una destrucción mayor. Pero también existen otras fuentes de peligro y de destrucción para el planeta y todo lo viviente, como por ejemplo, el uso indiscriminado de productos químicos, el proyecto HAARP de los Norteamericanos en Alaska, las pruebas atómicas y el uso comercial de explosivos nucleares, cuyo uso genera lagunas, cursos de ríos, y también depósitos subterráneos para los residuos industriales, aguas residuales y desechos atómicos. Asimismo debe mencionarse la tala de regiones tropicales y la quema de bosques para obtener de forma criminal tierras para la construcción, también debe mencionarse aquellos deportes suicidas que utilizan motores de combustión de gas, alcohol, gasolina o diesel, etc.
Es propio del ser humano de la Tierra actuar y pensar equivocadamente en casi todas las cosas debido a su manera de pensar irreflexiva y puramente materialista. Él actúa sin lógica en diversos aspectos, también con relación al problema del hambre en el mundo. Para ello él crea innumerables organizaciones de ayuda para recaudar dinero, alimentos y demás contribuciones para los que sufren hambre y los necesitados.