La Meditación de la Paz

El hecho es que todos los esfuerzos de paz en la Tierra, ya sean políticos, religiosos, fanáticos (o) dizque esotéricos, son tan inefectivos como todos los intentos de los supuestos "canalizadores" o supuestos contactados por espíritus, por santos o extraterrestres, etc. Todos sus esfuerzos son completamente inútiles e insensatos porque a todos les falta la posibilidad real de poder usar las cosas y el conocimiento como para poder despertar los impulsos necesarios dentro del ser humano, para que puedan desarrollarse y volverse realidad. También carecen el conocimiento sobre la hora en que obligatoriamente se debe realizar la meditación, con la participación de nuestros 3500 millones de voluntarios que vuelven las fuerzas de las vibraciones en un alto poder. El honor de este conocimiento y poder ha caído solamente en tu grupo y en aquellos fieles que se han unido a ustedes y lentamente se han vuelto más sabios y han aprendido a actuar y pensar de acuerdo a la Creación, como resultado de la enseñanza de la verdad. En la Tierra, el honor y el éxito por los corrientes esfuerzos de paz de los gobiernos y de incontables personas, pertenecen única y solamente a los miembros de tu grupo y a aquellos 3.381 fieles, quienes con honestidad, con la verdad y al reconocerla, se mantienen y trabajan con ustedes - abierta o discretamente. Lastimosamente, además de todos estos éxitos en la paz y la libertad, que también son extensos, también debe mencionarse que lo amargo no ha sido eliminado, pues un contragolpe no se dejará esperar mucho tiempo. Por un lado, las personas de todos los países que ahora son libres se comportan tan irracionalmente que pronto los gobiernos se verán obligados a tomar medidas fuertes y restrictivas, lo cual a su vez traerá nuevamente el derramamiento de sangre. Mucha de esta culpa la tendrá los países occidentales y los así llamados países libres, los cuales incitan el odio y la propaganda contra los países del este y también contra los países del sur, en África y América, como también las guerras clandestinas. El clamor más alto e injurioso viene de los norteamericanos y de los alemanes, además de varios otros países principalmente del oeste que creen que deben hacer reglamentos y reproches para los países del este.