Boletín Especial 5

Poderosos y supremos pestilentes que transgreden su autoridad con la guerra, el asesinato y la destrucción, y que como jefes de estado desprecian la voluntad del pueblo en forma autócrata y avara de poder. Criaturas zalameras que deberían ser destituidas por el pueblo y enviadas al destierro de por vida. Y de hecho esto sólo sería un acto de pura autodefensa si los criminales de guerra Bush, Blair, Sharon, Arafat, Saddam Hussain y, comoquiera que se llamen todos, por fin fueran destituidos mediante la unión del pueblo y fueran enviados al destierro de por vida. Todos ellos que son falibles, y ejercen el terror así como provocan guerras, ejerciendo venganza y desquite, entregándose al goce de su odio, deshaciéndose en su miedo y cobardía, no deben estar como poderosos de estado a la cabeza de un pueblo, pues aunque fueron elegidos democráticamente por el pueblo no son ni más ni menos déspotas, terroristas y dictadores enrolados por el pueblo, y esto en igual medida que los dictadores autoelegidos y los jefes de terroristas como Saddam Hussain y Osama bin Laden. Todos ellos no valen ni la pólvora de un solo tiro y son tan degenerados que no tienen ni una pizca de humanidad. Lo que hacen Bush, Blair, Sharon, Arafat y consortes es en igual medida lo mismo que las maquinaciones asesinas de Saddam Hussain y Osama bin Laden; la única diferencia es que las criminales bestias dirigentes son llamados presidentes y los otros son llamados dictadores y terroristas. En total, sin embargo, en las acciones de ambas partes no hay ninguna diferencia, pues ambas actúan de una forma indigna de un ser humano, degenerada, deshonesta, irresponsable y en forma criminal de guerra, así como criminal para con toda la humanidad.
Muchos dementes, insensatos y amputados en el cerebro alaban la guerra en Irak y naturalmente también a los estadounidenses y los británicos. Y estos dementes, insensatos, tontos, imbéciles y amputados en el cerebro son también los que no ven la verdad detrás de todo ello. No, aún afirman que Suiza y Europa y su población no existirían hoy si en la segunda guerra mundial los estadounidenses no hubieran ido a Europa. Estos dementes no ven la verdad del hecho de que Europa ciertamente fuera liberada del flagelo de Adolf Hitler, pero a cambio de una esclavitud norteamericana.