Boletín Especial 10

Billy: Aja, eso es claro y evidente. Además pienso que los evangelistas a los que él aparentemente pertenece han sido los que tomaron los esfuerzos principales para llevar a Bush al timón de la presidencia de los EEUU. En general quisiera decir al respecto también que todos los religiosos y los fanáticos sectarios, los fundamentalistas y los conservadores, son unas criaturas muy peligrosas, pues sus características son el odio, la venganza, así como el afán de desquite, por eso claman también a favor de la tortura, la pena de muerte, la guerra, el terror y la destrucción, y hacen todo lo que pueden para fomentar esta demencia y volverla realidad. Y quien es partidario de la tortura, la pena de muerte, la guerra, el terror y la destrucción y todos los males asociados con ello, no puede ni debe ser calificado justamente como un ser humano, sino como una criatura increíblemente primitiva, insensata, irresponsable, indigna de la vida y miserable.

Ptaah: Señalas la esencia de los hechos muy exactamente.

Billy: La guerra es el terrorismo, así como el terrorismo también es guerra. La guerra y el terrorismo siempre y en todo caso está dirigida contra los inocentes, y ciertamente sin importar si en el fondo la guerra y el terror se debe y es provocada por motivos religiosos, sectarios, políticos, filosóficos o también por la ideología de un poderoso mandatario, jefe religioso, dictador o algún otro errado o maniático. Y todos ellos son iguales, así también el presidente norteamericano Bush, pues practican maquinaciones asesinas, como la guerra, el terror, la muerte y la destrucción, y atacan a otros también con asesinatos, la guerra, la muerte, el terror y la destrucción. Los últimos ejemplos son Afganistán e Irak, dos países en los que la resistencia de los nativos seguirá hasta que los invasores hayan sido ahuyentados. En ambas tierras, así como en el resto del mundo, solo habrá calma cuando las fuerzas codiciosas del poder mundial que son los EEUU., las fuerzas militares y económicas de todo tipo, regresen a Norteamérica y se queden allí. Solo entonces se abriría lentamente un camino hacia una paz mundial, sobre el cual todavía habrá que trabajar aún muchas décadas. Yo calculo que si el mundo finalmente estuviera libre del poder norteamericano, si los norteamericanos efectivamente regresaran a su tierra y si hubiera esfuerzos a nivel mundial que son verdaderos y lógicos hacia la paz, entonces podrían pasar entre 50 y 80 años hasta alcanzar una verdadera paz mundial. Todo debería ocurrir bajo el patrocinio de un gobierno mundial que garantice la seguridad y administración de cada país. Sin embargo, los EEUU deberían ser excluidos anticipadamente como sede de un gobierno mundial, porque tal cosa debe residir en un sitio neutral, que sería mejor establecerlo en alguna montaña o en un desierto.