Profecías y Predicciones para el tercer milenio

Y vosotros, seres humanos de la Tierra, queréis reconstruir todo lo que habéis destruido hasta ahora por vuestra culpa, por vuestra insensatez e irresponsabilidad, así como también queréis conservar lo que aún ha quedado intacto; sin embargo, todos vuestros esfuerzos al respecto serán en vano, pues no llegaréis a la conclusión correcta. Y la conclusión correcta es únicamente que se detenga radicalmente la superpoblación mediante una regulación mundial de la natalidad para reducir así vuestra humanidad terrestre a una medida que sea justa para el planeta y la naturaleza. Y según la naturaleza y el planeta, esta medida ha sido establecida en 529 millones de personas para toda la Tierra.
A través de vuestra insensatez, vosotros humanos de la Tierra, los bosques tropicales mueren cada vez más rápidamente, por lo que cada vez más rápidamente se producen extensos desiertos, mientras que los glaciares y los polos se derriten y por esa causa las aguas de los mares suben de nivel y devoran valiosas tierras, a raíz de lo cual millones de vosotros seréis desalojados de vuestras zonas de vivienda y de vuestros terrenos que podíais cultivar. Asimismo, las furiosas tormentas con relámpagos se volverán cada vez más inmensas, incendiando muchas cosas y matando a muchos de vosotros, así como también a vuestro ganado, mientras que de las nubes caerán aguaceros cada vez mayores, como verdaderos diluvios que destruyen e inundan todo y exigen la muerte de muchos. Al mismo tiempo, en otros lugares, las sequías desecarán la tierra y enormes incendios destruirán ciudades, pueblos, bosques y vuestras viviendas. A través de todo eso y a través de gases que se escapan de las fábricas, de las chimeneas y motores de todo tipo, las que desprenden un polvo fino y el CO2, el aire se impregnará cada vez más con humo y emisiones venenosas, también con radioactividad, con productos químicos y venenos biológicos que enfermarán a muchos de vosotros, seres humanos, y luego los matará. Además, inmensos terremotos y maremotos sacudirán la Tierra continuamente de manera cada vez más grave, destruyendo y sepultando ciudades completas; y también se destruirán muchas otras cosas que se construyeron insensatamente, y que aún se siguen construyendo a pesar de que se anunciaron advertencias en su contra, proféticamente y en predicciones. Así también, avalanchas de lodo y deslizamientos de montañas, etc., enterrarán viviendas y pueblos, mientras que en otros lugares, a causa de los movimientos tectónicos y de construcciones subterráneas de minas, a causa de huecos y corrientes de aguas, la tierra se agrietará y se hundirán viviendas y otras construcciones. Sin embargo, vosotros humanos de la Tierra, no queréis aprender de ello, pues sois obstinados y no queréis oír las advertencias proféticas ni las predicciones.