Sobre la malignidad del coronavirus...

Este virus, siendo de un tipo pérfido que nunca antes nos ha llegado a nuestros trabajos de investigación, equivale a algo que será de larga persistencia y ya no extinguible, porque presenta peculiaridades que lo hacen subsistir en forma de puros impulsos. Esta es también la razón de que –cuando ciertos infectados se curan de la plaga, estos han creado también anticuerpos, de modo que ya no se pueda comprobar ningún virus– la plaga, a pesar de ello, puede seguir subsistiendo a través de impulsos, y esto sin que se pueda comprobar a nivel medicinal. Por ello resulta entonces que el virus, como sigue existiendo a nivel de impulsos, permaneciendo activo en este modo, vuelve a reavivarse a consecuencia de ello, desde el estado soñoliento del impulso latente, volviendo a desplegar su plena actividad, como también sigue existiendo el peligro de una infección. Sin embargo, todo ello no equivale a una nueva irrupción o reactivación, sino únicamente a un seguir activo repentinamente reabierto desde un estado activo en forma de impulsos oculto. Por lo tanto, se trata de un permanecer activo continuado fuerte y abierto del virus depositado en forma de un impulso, lo cual corresponde a una característica que conozco sólo por el caso de este virus, siendo esto un fenómeno que nunca antes he llegado a conocer. Y este permanecer activo en forma de impulsos, como también la capacidad de continuar a subsistir activamente en un estado soñoliento para luego, por alguna razón inexplicable, volver a una repentina actividad plena, causando otra vez infecciones o enfermedades de algún tipo, esto equivale también a un fenómeno que aun no hemos sido capaces de investigar y que, por lo tanto, aun nos es enigmático.
Respecto a todo ello queda por mencionar también que el peligro de infectarse es siempre grande e incalculable en casos normales como también en un caso particular, ocurriendo una infección especialmente a través del habla, porque de este modo el virus es transmitido de una persona a otra. Y esto resulta a través de las gotitas de espiración expulsadas cuando se habla, que son transferidas al aire hacia otras personas por lo que éstas son infectadas. Y esto sólo se puede evitar portando máscaras protectoras apropiadas, porque estas impiden que el aliento y las gotitas de espiración sean expulsados al aire libre, y por lo tanto, no sean transportadas a través del aire. En este aspecto es necesario que tales máscaras protectoras estén fabricadas según especificaciones explícitas para este propósito y de un material filtrante apropiado, por lo cual hay que tomar en cuenta que las máscaras hechas de papel y de materiales simples no filtrantes, que también son fabricadas en casa, son absolutamente inutilizables e inútiles, por lo que tales productos no sirven como una protección, sino que las personas que portan tales productos, erróneamente se creen estar a salvo.