Lo que debe anunciarse extensamente ...

Y así, en el orden nuevamente creado, sanaréis las enfermedades y evitaréis epidemias antes de que éstas aparezcan, y cada uno de vosotros será experto en ayudarse a sí mismo, así como también cada uno de vosotros ayudará a su prójimo. Y mediante la total transformación a lo bueno, a lo mejor y lo óptimo, que vosotras, mujeres de la Tierra, llevaréis a cabo, se acabará la pobreza de muchos entre vosotros humanos de la Tierra, pues serán atendidos por la sabiduría y la bondad de las mujeres, quienes desde ese entonces también ofrecerán con alegría y con verdadero humanitarismo y nunca más sólo se tomará, y tampoco nunca más se exigirá algo a cambio. Y desde ese entonces cada uno de vosotros estará a la disposición de sus prójimos y sus conciudadanos con buenas relaciones interpersonales, por lo que no existirá ya más la soledad y vosotros os reconoceréis y aceptaréis los unos a los otros como seres humanos, sin ser presuntuosos con respecto al pueblo de origen, el color de piel, la opinión, el idioma, o bien, el nivel de conocimientos y la educación, etc. En verdad, toda esta benignidad la tendríais tan cerca si tan sólo supierais concebirla, comprenderla y aplicarla, pero todavía no sois capaces de ellos, y por eso la benignidad os está tan cerca y sin embargo tan lejos, pues primero debéis encontrar el camino correcto, tal como se os ha ofrecido mediante las leyes y los mandamientos creacionales, los cuales podéis leer y seguir en la libre naturaleza.