Lo que debe anunciarse extensamente ...

Por consiguiente, durará mucho tiempo la transformación hacia lo bueno, lo mejor y lo óptimo, pues sólo cuando la mayoría de vuestra humanidad terrestre aspire a ello seguirá la gran transformación hacia el aprendizaje correcto de la verdadera verdad y el comportamiento de la manera correspondiente.
Por el momento, sin embargo, os creéis vosotros, seres humanos de la Tierra, como Dios y no sabéis que éste no es sino una figura ilusoria inventada por humanos, que no tiene nada que ver con la efectiva Creación universal, es decir, con la conciencia universal. Y aún después de bastante tiempo no reconoceréis que vosotros no sois ni más ni menos que como cuando nacéis: pequeños, desconocedores y desamparados si no fuera por la acción de las leyes y los mandamientos de la Creación. Y debido a que todavía no reconocéis este hecho os creéis ser divinidad, como un poder sobre la vida y la muerte y de esta manera creáis, protegéis y preserváis lo malo, sostenéis guerras, estáis sedientos de venganza, desquite y de sangre, os dejáis conducir por los celos y la furia y aprovecháis toda oportunidad para lograr el poder, el lucro y la riqueza material. Sin embargo, no os dais cuenta que destruís todo alrededor de vosotros con una rabia ciega y asumís toda la destrucción del planeta y de todos los seres vivos, incluyendo a vosotros mismos, fomentándolo todo en la Tierra mediante vuestro desbordante crecimiento de la superpoblación inconteniblemente y enormemente más.