Una Palabra Importante acerca de las Fuerzas Ocultas y la Meditación

Puesto que este peligro, como se mencionó, existe muy especialmente en caso de penas, preocupaciones, privación de libertad, miedo, soledad, creencia religiosa y por la meditación errónea, o la aplicación y realización errónea de la meditación, se aconseja por eso que los ejercicios meditativos se realicen de manera extremadamente precisa, exacta y de acuerdo a las instrucciones.
Si una persona quiere ocuparse con estas fuerzas ocultas y conseguir para sí misma claridad sobre ellas, entonces es mejor en todo caso que busque en primer lugar el contacto con su propio ser interior y con su psique, así como con su espíritu y su conciencia mediante la meditación antes de acercarse a esta región oculta. Es cierto que tal vez alguno que otro ser humano sea capaz de entrar en contacto con sus fuerzas internas normales sin tener que aprenderlo de antemano por medio de la meditación, pero también para éstos el camino más seguro es que busquen primero el contacto con su propio ser interior, con su psique, su espíritu y su conciencia, antes de ponerse en contacto más cercano con sus propias fuerzas ocultas.
El factor más importante y decisivo es, y siempre será, que antes que nada se efectúe el desenvolvimiento de la psique antes de acercarse a las leyes y fenómenos ocultos. Esto debe considerarse como un principio guía.
En este contexto no podemos evitar que se señale también la existencia de los poderes adversos que se nombran tanto en la cábala, en los antiguos misterios egipcios y en los antiguos vedas hindúes, y que también desde hace mucho tiempo se conocen en el mundo cristiano, aún cuando se interpretan y se divulgan bajo aspectos falsos.
El que está aprendiendo la meditación, la persona que inicia su meditación con alegría y optimismo, animado por la esperanza de que al fin ha encontrado lo que le puede dar un verdadero sentido a toda su vida, generalmente tendrá al principio de la meditación experiencias muy buenas y casi siempre sólo positivas; lo cual es justo y bueno así, pues empezar con una experiencia positiva ofrece ya muchísimas ventajas.
Pero en general estas primeras experiencias positivas no duran, pues regularmente después de cierto tiempo surgen en la persona el disgusto y el desánimo, a las que pronto también se juntan dudas. El primer desbordante entusiasmo después del primer tiempo de ejercicios recibe muy pronto una contención. Esto se debe a que ciertos poderes adversos se hacen notar dentro del ser humano, invisibles y desapercibidos para él. Estos poderes adversos en cambio, no son otra cosa que aquellos profundos y escondidos deseos e impulsos internos de las personas que quieren ser más y quieren poder más que lo que la conciencia material del ser humano puede captar en ese momento. Esto lleva a la impaciencia que pronto se manifiesta en disgusto y en desanimo, a lo que pronto también se unen las dudas. Todo se realiza simplemente de una manera demasiado lenta y se aprende con demasiada dificultad e insuficiencia.