- Salven la Tierra, la Vida, las Plantas, el Hombre y los Animales
La sobrepoblación causada por la humanidad es el mal más fundamental para la vida entera de este mundo, para todas las formas de vida y para el planeta mismo. Del agravio que es la sobrepoblación resultan todos los males concebibles de la edad moderna. Males que vuelven indigna la vida humana y destruyen y aniquilan lentamente pero con certeza toda existencia; todo por culpa del hombre mismo, quien se regocija tanto en verse a sí mismo como la "corona de la creación", y sin embargo está afectado de tal ceguera que no es capaz de ver la destrucción y exterminación que él mismo ha causado a su planeta y a toda vida. Especialmente desde el año 1.844, por comienzos de las primeras fases de transición a la era de Acuario, se ha tomado un rumbo hacia un destino letal para toda vida y el planeta, a manera de destrucción y aniquilación de todo tipo causado por el rápido desarrollo técnico y químico que está conectado con el crecimiento vehemente de la sobrepoblación. Ya han ocurrido destrucciones, extinciones, explotaciones y aniquilaciones que nunca más podrán ser rectificadas. Esto es evidente con la completa extinción de muchas especies de animales, pájaros e insectos, como también con la ya irrectificable destrucción y devastación del clima, de la naturaleza y del medio ambiente, etc; asimismo también la sobrepoblación causa que el hombre explote la Tierra, y entonces toma posesión de petróleo, gases y cristales y minerales de manera tan abusiva, que la Tierra lentamente pero con certeza se va vaciando de todo aquello que el hombre necesita para su vida material. Lo que ha sido una vez explotado, consumido o simplemente desperdiciado, es perdido irrevocablemente para siempre ya que el planeta no será capaz de regenerarlo nunca más.
A causa del crecimiento imparable de la sobrepoblación, la Tierra tiene que ser explotada en todo aspecto cada vez más y más, finalmente amenazando, destruyendo, aniquilando y extinguiendo la vida completa del planeta como también todas sus formas existentes de vida.
Y hoy realmente ya no existe ninguna duda más - al menos para aquellos que piensan en forma lógica, razonablemente y también responsablemente - que toda inclemencia que se presenta y todo mal de hoy en día resulta única y exclusivamente por la enorme sobrepoblación, la cual se duplicará en el curso de los próximos 60 años si no se llevan a cabo medidas rigurosas, radicales y fuertes mediante leyes y decretos apropiados. Esto significa que si no se toma ninguna medida para contener la sobrepoblación, para el año 2.055 la población de la Tierra será de doce (12) mil millones de seres humanos, lo que significa que pronto se volverán realidad las historias de horror y de ciencia-ficción que describen el racionamiento de cada centímetro de espacio para vivir, también la pena de muerte por la polución ambiental, hasta la más pequeña, o por la procreación y por nacimientos no autorizados; todo mientras los ancianos son enviados a la muerte a través de "instituciones estatales de promoción para el más allá", después del cual sus cuerpos y órganos son convertidos en cubitos de comida de color verde, azul, cafe o amarillo, para alimentar la horrenda sobrepoblación. Esto ciertamente todavía es una visión de horror hoy en día, pero si no se hace algo pronto contra la desencadenada sobrepoblación, entonces muy pronto se volverá una amarga realidad.
Aún si el ser humano comenzara desde alrededor del año 2.000 con la rigurosa reducción de su sobrepoblación, o sea, con un estricto control mundial de natalidad y con todo el resto de medidas necesarias como están descritas en el libreto "Lucha Contra la Sobrepoblación", tomaría alrededor de 100 años hasta que la humanidad se haya reducido hasta la mitad. El número de la sobrepoblación se calcula en 5.876’884.079 (5 mil millones, 876 millones, 884 mil y 79) a mediados del año 1.993, lo que corresponde a un hecho efectivo y a alrededor de 400 millones más de lo que afirman los censos oficiales y los estadistas. Una acción rápida es necesaria, siempre considerando lo siguiente en cuanto al flagelo de la sobrepoblación;
Al comienzo, la Tierra necesitó alrededor de 2,5 millones de años, desde los primeros comienzos de los seres humanos terrestres hasta el año 1.820 D.C. para crear mil millones de personas. Al hombre de la Tierra le tomó sólo 173 años, hasta mediados del año 1993, para sobrepasar este curso de multiplicación natural alrededor de 5 veces, con una populación exacta de 5 mil millones, ochocientos setenta y seis millones, ochocientos ochenta y cuatro mil noventa y siete = 5.876’884.097. Estos datos son de la más alta exactitud, basados en hechos cronológicos y en cálculos precisos, al contrario de los realmente inexactos cálculos de la estadística terrestre y los census oficiales, etc.
Sigue a continuación una lista muy precisa que describe cómo la población terrestre en sólo 173 años se ha desarrollado en una enorme sobrepoblación destructora y exterminante. La lista comienza desde el año 1 de la era cristiana:
Año D.C. | Populación Mundial |
---|---|
0001 | 102465703 |
0500 | 198847080 |
1000 | 293408074 |
1300 | 374079611 |
1500 | 406100043 |
1600 | 463618432 |
1700 | 536718004 |
1750 | 607407320 |
1800 | 892333410 |
1810 | 1050477301 |
1820 | 1101042001 |
1840 | 1203561400 |
1860 | 1304540000 |
1880 | 1506462002 |
1890 | 1607493000 |
1900 | 1660990034 |
1905 | 1689987973 |
1910 | 1810900001 |
1915 | 1844760039 |
1920 | 1912000432 |
1925 | 1912964447 |
1930 | 2207034890 |
1935 | 2350481002 |
1940 | 2400389101 |
1945 | 2550108498 |
1950 | 2600047000 |
1955 | 2784382444 |
1960 | 3050382081 |
1963 | 3250798000 |
1966 | 3500100000 |
1969 | 3700641801 |
1972 | 3783847320 |
1975 | 3889992910 |
1978 | 4090799983 |
1981 | 4604031892 |
1984 | 4800411000 |
1987 | 5149979380 |
1990 | 5367887093 |
1993 | 5876884079 |
Al hombre de la Tierra se le debe de enseñar sobre muchos aspectos con palabras repetitivas y con hechos de la verdad, así también con respecto al flagelo de la sobrepoblación, la cual ahoga la vida entera y la existencia terrestre en la destrucción y en la ruina. La gente es ya tan endeble e incapaz del pensamiento razonable, que con el fin de realizar todos sus egoístas deseos y esperanzas, piensan y actúan en forma inhumana y criminal contra todo lo que sea capaz de vivir y contra sus derechos, contra el medio ambiente, la naturaleza y la existencia de la vida. Con esa forma falsa y egoísta de pensar, también la ley y el orden y todas las directivas creacionales de la existencia resultan ser despreciadas y pisoteadas, ya que cada uno se interesa sólo en sí mismo y no se preocupa de ninguna manera de la existencia real de la vida entera. Del egoísmo de esa forma de pensar y actuar surge también la animosidad y la oposición hacia las medidas estrictas y radicales que son necesarias para la continuidad del hombre y toda vida, lo cual prueba que estas personas erradas no entienden ni han comprendido la necesidad del momento y por eso se rebelan contra ellas. Esta forma de pensar, por un lado un egoismo extremo y por otro lado humanismo falso, es criminal ante toda vida y conduce a que todos los hechos de la verdad sean menospreciados y que la lucha contra la sobrepoblación, de la cual resultan todos los males de la Tierra, sea rechazada.
Ninguna de las soluciones aparentes ni ejercicios de coartada ayudan contra la ruina de la humanidad terrestre y todas las otras formas de vida; ayudas que son emprendendidas y llevadas a cabo por aquellos "mejoradores del mundo", los errados que ocupan puestos de responsabilidad, el lego, las autoridades y las más diversas organizaciones de protección ambiental, de ayuda mundial a los niños, organizaciones de ayuda para el desarrollo, ayudas contra el hambre y para los creyentes, etc., etc.
Todo en este aspecto es completamente inútil y sin sentido si no se lucha ni se elimina el problema desde la raíz, es decir desde la sobrepoblación, la cual debe ser combatida y contenida rigurosa y radicalmente por medio de una suspensión de nacimientos mundial e intencional y mediante otras medidas necesarias. Esas son las únicas posibilidades y la única forma para prevenir la destrucción y la ruina de la humanidad, del mundo entero, de la naturaleza y de los animales y el planeta. Quien no ve esto o no lo quiere ver es una persona trastornada o demasiado cobarde como para ver de frente los hechos reales. Tales personas no sólo vociferan en contra de la existencia de la vida entera, sino que también son humanistas errados e irresponsables que con su forma de pensar y actuar no sólo ponen en peligro a toda vida, sino que la destruyen.
En realidad la verdad no puede ser expresada una sola vez con palabras que parten de un humanitarismo falso ni con palabras diplomáticas, sino única y solamente con palabras repetitivas, directas, duras y no diplomáticas, que no encubren la verdad, sino que despiadadamente exponen los hechos reales. Sólo de esa manera las personas se sienten abordadas o agredidas y se causa que reaccionen correspondientemente y comienzen a enfrontar los hechos de la verdad actual. A cada uno le resultará claro entonces, que a través de dicha reacción se expresará y se revelará la postura real de la persona y también su comprensión o incomprensión. Como regla general, las personas comprensibles y no arbitrarias se dejan informar y enseñar en detalle - mientras que los que no quieren comprender y son arbitrarios cuestionan siempre todo, no poseen conocimiento real sobre los hechos reales, y pretenden adoctrinar injustificablemente a los más sabios con ideas falsas e injurian a éstos como herejes, demagogos, y polémicos - únicamente porque su intelecto no es lo suficientemente amplio como para poder reconocer y comprender la verdad absoluta - o porque poseen algún título y creen erróneamente que son más sabios, con más conocimiento, y mejores que los demás que no poseen algún título.
Pero cuán equivocados están estos dueños de títulos, cuando la regla general demuestra que la luz de éstos, puesta bajo un nicho, no alcanza ni a iluminar su interior.